10. Ilusión

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## Midoriya Izuku ##


Uraraka se había ido a ayudar a Todoroki y pensé que era el momento perfecto para intentar hablarle a Kacchan. Lo busqué con la mirada, pero no lo vi por ningún lado.

-¿Buscas a alguien, Midoriya?- Iida seguía a mi lado. Se había puesto a leer un libro, pero al ver mi nerviosismo se había quedado mirándome con atención.-

-P-pues... No veo a Kacchan.- Suspiré apesadumbrado.-

-Hmm...- se colocó sus gafas pensativo.- Lo vi antes con Kirishima y Ashido, pero hace rato que esos dos aparecieron de nuevo con Sero y Kaminari, y Bakugou no iba con ellos.

-Debe de estar en los dormitorios.- Murmuré pensativo.- Sí, eso es, porque por la hora, si estuviera entrenando, también estaría haciéndolo Todoroki-kun, ya que también suspendió el examen de licencia, pero está con Uraraka-san y...

-Midoriya-kun.- Me interrumpió.- Ya estás otra vez murmurando, es de mala educación.

-L-lo siento, Iida-kun.- Dije sonrojado.- Voy a ver si Kacchan está en su habitación.

Me despedí de Iida, que agitaba los brazos como un robot y me dirigí a los dormitorios. Antes de salir, vi a Uraraka con cara de enfado dirigirse hacia el edificio en el que yo estaba de nuevo, así que me escondí. ”¿Por qué parece que está enojada?" pensé. Me sentía mal por ignorarla, pero quería hablar con Kacchan.

Salí corriendo con miedo de ser descubierto, aunque era una tontería, no estaba prohibido ir a la residencia a esas horas. Pero me crucé con Todoroki, que estaba parado en medio del camino. Se sorprendió al verme.

-Midoriya, ¿Adónde vas? Uraraka acaba de...- Me habló con su habitual tono neutro.-

-Sí, lo sé. La he visto volviendo.- Me pasé la mano la nuca con nerviosismo.- No le digas nada, es que quiero hablar con... K-Kachan.

Miré hacia el suelo para no verle la cara. Me sentía muy avergonzado de haber pasado de Uraraka de esa manera. Todoroki apoyó su mano en mi hombro y levanté la mirada, estaba sonriendo.

-No le diré nada, no te preocupes.- Su gesto era sincero.- Deberías ir a hablar con Bakugou, sí.

Le miré un tanto extrañado y luego mis mejillas se enrojecieron. Él sabía que sentía algo por Kacchan. Aunque ni yo sabía muy bien qué sentía exactamente.

-Te veo luego, Midoriya.- Se despidió, soltando su mano y empezando a caminar hacia el otro lado.-

-H-hasta luego, Todoroki-kun.- Murmuré bajito.-

Por suerte, cuando llegué al edificio, no había nadie en el salón. Subí en el ascensor. Estaba muy nervioso.

Cuando estaba frente a su habitación, toqué a la puerta, pero nadie respondía. Cansado de esperar, abrí la puerta despacio. Estaba todo oscuro porque la persiana se encontraba bajada.

Cerré la puerta tras de mí y me acerqué a la cama. Cogí mi móvil y encendí la pantalla para iluminar un poco la estancia. No había nadie sobre la cama, aunque estaba deshecha. Me extrañó ese detalle porque Kacchan era muy perfeccionista.

Entonces sentí una mano en mi hombro y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

-¿Qué haces aquí, Deku?- Se notaba desprecio en su voz, que sonó ronca.-

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## Katsuki Bakugou ##


Estaba cansado de la situación y de todos a mi alrededor. Parecía que todos se habían puesto de acuerdo para joderme la existencia. Así que me largué a mi cuarto y me encerré, quedándome dormido.

Me desperté sudando. Había tenido una pesadilla, una muy peculiar. Todavía la sentía real y mi corazón parecía a punto de explotar. Me percaté de que había quemado un poco las malditas sábanas. Con el sudor, liberé pequeñas explosiones. Me jodía tener que poner unas sábanas nuevas cuando esas la acababa de cambiar.

Fui al baño a lavarme la cara y di un puñetazo a la pared. No fue muy fuerte, pero me ayudó a tranquilizarme después de la pesadilla de mierda que había tenido. Aún en mi mente estaba con claridad la imagen del maldito Deku en el hospital después de quedar destrozado por el ataque del puto villano.

Joder. Siempre se estaba metiendo donde no le llamaban y me había provocado una jodida pesadilla.

Escuché unos golpes, pero sonaban lejanos. Pensé que mi mente me estaba jugando una mala pasada, hasta que un momento después escuché el ruido de la puerta al cerrarse.

Salí del baño intranquilo. Le partiría la cara al que hubiese entrado en mi habitación. Pero entonces vi la cara del Nerd iluminada levemente con la luz de su móvil. Me sorprendió un poco, pero era real, no estaba teniendo una puta alucinación. ¿O sí?

-¿Qué haces aquí, Deku?- Estaba cabreado con el Nerd por la puta pesadilla.-

Deku se giró cruzando su mirada con la mía y su móvil se resbaló de sus manos. Mira que era inútil. Lo cogí al vuelo y apagué la pantalla, tirándolo en algún lugar de mi cama. Si eso era un jodido sueño, por la mierda que lo iba a aprovechar.















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No le pongas nombre (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora