Engendado

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Eres una persona muy alegre.

Siempre sonries.

No paras de reir.

Se te ve feliz.

Tu risa es contagiosa.

Las mismas frases de siempre y lo duro es pensar que aquellos que me conocen de toda la vida, realmente no lo hacen. Soy tan insegura, tanto, que me he creado una barrera con escombros de mis errores y defectos, me protege de otros, sin embargo, me hace ver cada día de qué está compuesta y eso me deprime.


Sonrió por no llorar, rio por no gritar, finjo ser alegre por no deprimir o preocupar a los de mi alrededor, a mí misma. Eso me daña más, me está matando por dentro, pero soy así, no logro confesar todo lo que guardo porque tengo tanto que soltar que me da miedo explotar y no poder parar.

Me he pasado media vida odiando la mía, queriendo acabar con todo, ser otra. Las lágrimas eran parte de mí. No quería hacer nada, no podía. Creía que por cómo era no tenía derecho a hacer ciertas cosas.

Sentía como todos me miraban y se reían de mí.

Acabé teniendo miedo de mi misma.

Acabé odiándome y evitando verme.

¿Creéis que sabéis que es odiarse a sí mismo?

Yo lo hice,

supongo que sigo haciéndolo.

Memorias de una enamorada inexperta (Prosa Poética)Where stories live. Discover now