Una oración.

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"¡Tenemos   una oración!"

El viejo   adagio, "él no tiene una oración" es una expresión que describe a   alguien que enfrenta circunstancias con probabilidades imposibles de éxito. O   un comentarista deportivo puede decir: "Lanzó una oración", cuando   un jugador hace un último intento de anotar un tiro de tres puntos desde el   otro lado de la cancha cuando suena el timbre. 

Pero Dios   nunca pensó que nuestra vida de oración fuera el último recurso para superar   las dificultades después de que hayamos agotado todas las demás opciones y   recursos. La verdad es que Dios quiere que la oración sea el centro de la   vida de todo cristiano: el primer lugar al que vamos cuando lo necesitamos,   no el último. Él quiere saber de nosotros todo el día, todos los días, tanto   en nuestros momentos de necesidad y necesidad, como en tiempos de abundancia   y satisfacción. Además, Dios quiere demostrar Su amor de muchas maneras al   estar en constante comunicación con nosotros mientras oramos. 

La   oración es la clave para ver cambios positivos en nuestras vidas y nuestro   entorno, y es fundamental para crecer en nuestro caminar con Dios. 

"La   oración eficaz del justo puede mucho." Santiago 5:16


Por eso, confiesen sus pecados unos a otros, y oren unos por otros, para que Dios los sane. La oración de una persona buena es muy poderosa, porque Dios la escucha.
Santiago 5:16 TLA

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