VII

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Después de lo que había sucedido con Suga todos se habían quedado en estado de shook, confundidos y desorientados. La noche había llegado, JiMin y JungKook se estaban preparando para ir a la cama, en Ji se sentía una carga algo pesada, sentía muchas ganas de llorar.

Se sentó en el filo de la cama mientras miraba al suelo, no lo soporto y empezó a llorar, sus lágrimas caían por sus mejillas hasta llegar al piso, tenia miedo y seguía adolorido por lo que JungKook había dicho esa mañana.

JungKook salía de la ducha, en cuanto vio a su hermoso novio así supo que pasaba así que fue a ver, al acercarse y ver que lloraba no hizo más que abrazarlo, tomarlo entre sus brazos a pesar de que el otro se negaba.

— ¿Me disculpas bebé?. — Beso sus mejillas húmedas.

— No. — Se quito las lágrimas. — Fuiste muy duro, me lastimaste con tus crueles palabras. —

— Sabes muy bien que eres la mejor cosa que me ha pasado en mi vida. — Beso sus labios. — Odie el beso que te dio ese idiota. — Lo volvió a besar. — Tu eres mío. — Lo levantó de la cama para poder sentarse ahora el y ponerlo sobre sus piernas.

— Kookie, así no me puedo enojar contigo. — Rodio con sus brazos su cuello.

— ¿Me perdonas?. — Acarició su cintura. — Por favor. — Uso voz dulce.

— Bien, pero. — Lo miro a los ojos. — Nunca dejes de amarme. — Soltó un suspiro.

—  Bebé, dicen que un clavo saca un clavo pero eso solo es rima, no existe una herramienta que saque mi amor. — Lo abrazo.

— En serio te amo Jeon JungKook. — Correspondió.

— Y yo a ti Park JiMin. — Se quedaron abrazados por un rato.

Hasta que Jung sintió su espalda húmeda, escucho sollozos y enseguida se preocupo por su bebé, el cual no le gustaba ver llorar.

— Pasa algo mi amor. — Pregunto acariciando su espalda.

— Tengo miedo Kookie. — Sollozo. — No quiero morir, no quiero dejar de estar contigo. — Soltó más lágrimas.

— Yo igual tengo miedo, realmente quisiera escapar de esto y solo estar juntos para que nada malo nos pasará. — Una lágrima se escapó de sus ojos.

— Te amo Kookie, te amo mucho. — Lo miro a los ojos, vio como estos brillaron por el reflejo de la luz de la luna.

— Mírame bien a los ojos y repite esto conmigo. — Lo tomo de las manos. — Memoriza mis ojos nunca van a cambiar.

Memoriza mis ojos nunca van a cambiar. — Sus corazones se aceleraron. — Kookie. — Llamó.

— Dime bebé. — No corto la mirada.

— Si morimos pero volvemos a nacer, encuentrame, nunca dejes de buscarme. — Soltó más lágrimas.

— No digas eso, tu y yo vamos a vivir. — Lo abrazo mientras soltaba lágrimas, sentía como si esto fuera una despedida.

Encuentrame Kookie. — Lo abrazo más fuerte.

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Pd:  Frases subrayadas en negro, no son propias, son sacadas de canciones, las cual que gustan mucho.

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