Los siguientes días pasaron como un cúmulo borroso de recuerdos, lágrimas, abrazos y muchas personas. Hasta ese momento, Mara no se había dado cuenta de toda la gente que de verdad le importaba, que llenaba gran parte de las horas de todos los días.
No sabes cómo de importante es algo para ti hasta que lo pierdes...- pensaba Mara, y con razón.
El primer día aguantó estoicamente, despidiéndose de algunos amigos de sus padres. Al segundo, ya hubo alguna lagrimilla cuando se estuvo despidiendo de dos primos suyos, y de sus tíos, pero como no los veían mucho, tampoco fue demasiado triste. El tercer día, Mara ya no aguantó, pues su prima, la que estaba en Holanda de vacaciones, al enterarse de que su "prima favorita", como ella la llamaba, se mudaba a Italia, se despidió de sus amigas y cogió el primer vuelo que había hacia Barcelona. Y, cuando Mara fue a su casa, a despedirse del otro primo que tenía allí, hermano de Sara, y de sus tíos, se encontró con que la estaban esperando, junto a una enorme tarta de chocolate y vainilla, y de debajo de la mesa, ¡salió ella! Entonces Mara se echó a llorar, descargándolo todo en unos pocos minutos.
Soy afortunada y desafortunada al mismo tiempo- pensaba Mara, mientras su familia la abrazaba-. Es posible que me vaya, pero sé que, esté donde esté, todos seguirán aquí esperándome, ayudándome y defendiéndome...
Y, día tras día, ella y sus padres iban despidiéndose de más gente, familia y muchos amigos. Cada día, se derramaban lágrimas, y también salían sonrisas.
-Joder, tía, te echaré mucho de menos- Nikki la abrazaba, ahogándola en sus finos brazos.
Faltaban dos días para el esperado y temido momento, y Mara había aprovechado cada minuto libre para salir con sus amigos; llegando muchas veces a las dos de la madrugada, pero sus padres no se lo tenian en cuenta, pues sabían lo difícil que estaba resultando para Mara. Y, además, ese era el último día que podía salir, ya que mañana tendría que ayudar a sus padres con las mudanzas, decidiendo las cosas que tendría que llevarse, y las que no.
-Dios, Nikki, no sabes lo que te voy a echar de menos, suerte que existen los móviles y las redes sociales- Mara también sentía mucho que tuviera que irse tan pronto-. Hablaremos todos los días, ¿vale?
-Oh, no sé cómo me puedes preguntar eso, ya deberías tenerlo asumido- Nikki estaba aportándole su humor, una de las cosas que más apreciaba Mara.
-Perdóneme ústed marimandona- Mara también sabía jugar, sobretodo a las ironías, su gran especialidad.
En ese momento sonó el móvil de Mara, quien lo miró, y, soltando un resoplido, contestó:
-Hola, mamá- se le notaba que estaba triste-. Está bien, ya voy para allá. Vale, ahora nos vemos, un besoooo- se despidió de ella, y, volviéndose hacia Nikki con cara triste le dijo-. Mi madre me dice que vuelva ya a casa, que tengo que dormir para mañana poder empaquetarlo todo- y, con un último abrazo, se despidió de Nikki-. Te quiero muchísimo, no te olvides, y no se te ocurra sustituirme, que me presentaré aquí a decirle cuatro cosas a la zorra sustituta.
-Oh, conociéndote, ni se me ocurriría hacer eso- correspondió al abrazo-. No te olvides tú tampoco de mí, llámame cuando llegues a Cerdeña. Te quiero, preciosa.
Y, dándose la vuelta, se fue cada una por su lado, intentando no derrumbarse delante de la otra, ocultando la tristeza que llevaban metida en sus almas.
Holaaaa :) Bueno aquí tenéis el segundo capítulo, si os gusta comentad :*
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Mi primer amor, ¿el verdadero?
Novela JuvenilLa historia de Mara, una española que se va a vivir a Italia y allí conoce gente sorprendente... ¿Será ya la hora de enamorarse por primera vez?