capítulo 1

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Un hotel abandonado enorme. Antes era de lujo y brillo, los más acomodados eran los que podían pasar más de una noche allí. Tenía las cinco estrellas y más, pero le pasó lo mismo que a muchas empresas en épocas de crisis, estar en una zona lejana al sur no favorecía cuando nadie podía viajar más allá de un kilómetro. El paisaje que lo rodeaba era hermoso, montañas cubiertas de nieve y un lago enorme, pero eso significaba que no había centros cerca, ni un cine, ni un shopping. Las personas últimamente preferían estar conectados todo el momento, así que un lugar aislado de todo y todos no tenía futuro. Una lástima, pero a nadie le importó y dejaron que las vigas y madera se pudrieran con el tiempo.

— hey, ¿Cuantos más falta? — preguntó Ray  estirando su cuerpo a la izquierda para ver el asiento detrás suyo, dónde estaba Vera, la única que se había despertado aparte de él.

— media hora. Dentro de quince despertá a los demás

— bueno...

Ray se volvió para observar a su compañero de asiento y los demás pasajeros de la fila contraria. Eran las cinco de la mañana y la mayoría todavía seguía durmiendo, acurrucados por el frío y con el leve balanceo del autobus de larga distancia. El viaje fue de ocho largas horas, pero por fin estaban cerca de su destino. Un viaje de dos semanas y cinco días con seis compañeros en un pueblito rodeado de montañas. Los días no duran mucho y el frío siempre azota sin importar que estación sea, típico de la zona sur del país.
Los seis estaban divididos de a dos. Ray y Gabi estaban sentados delante de Vera y Ariel. Bautista y Mateo eligieron los asientos de abajo debido a los constantes mareos de Bautista y para estar más cerca del baño. Los seis eran amigos, algunos desde el secundario y otros se conocieron en la universidad. Y ese año tuvieron el placer de que todos tenían las mismas fechas libres, sin finales ni proyectos que se interpusieran, y aprovecharon la oportunidad para hacer un viaje que no podrían volver a repetir luego de un largo tiempo. Lo que es la vida de un universitario explotado.

— ¿Querés café? — le preguntó Vera después de unos minutos

— ¿Te quedó?

— siempre me queda café

Una leve risa se escuchó

— bueno, te acepto un poco, supongo que tenés un vaso

— sí, una taza de plástico. Tomá

Un brazo apareció a su izquierda con la taza humeante. Ray agradeció y agarró el café para dar el primer sorbo. Resistió el impulso de gritar cuando se quemó la lengua. Despertaría a la mitad de pasajeros.

— ¡Está caliente! — gritó-susurró

— sí, lo acabo de servir. Pensé que era algo obvio, ¿No viste el vapor?

— ¿Y? ¡No pensé que iba a estar Tan caliente! Solo.. ahg, no importa

— no importa porqué sabes que tengo razón

— sí sí claro...

Vera se rió en voz baja, tomando también su café negro. Intentó no moverse demasiado para no despertar a Gaby que dormía apoyada en su hombro. Fue en vano, ya que se alejó de ella para estirarse y frotar sus ojos.

— ¿Por qué gritan tanto? — cuestionó con voz somnolienta entre bostezos. Vera exhaló una corriente de vapor antes de contestar.

— Ray estaba gritando

Una pelotita de papel fue lanzada hacia ella.

— yo no estaba gritando. ¡No me avisaste que estaba caliente!

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