ᴛᴇɴ

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Una semana después...






JungKook yacía en su oficina, desde hacía una semana había estado con un humor de mierda que nadie soportaba, todos en la empresa habían entendido que su jefe y su ex esposo habían terminado mal, y claro, ellos eran los que tenían que pagar los platos rotos.

El teléfono sonó y él, con irritación lo descolgó.

¿Qué? –Ladró molesto.

JiMin viene a verlo, señor. –Respondió YuGyeom con mucha calma.

Bien. –Contestó y colgó bruscamente.

Segundos después la puerta fue abierta y una melena rubia se asomó, JiMin entró con una caja de bombones y su sonrisa radiante, YuGyeom ya le había advertido sobre la fiera que era su jefe en esos momentos, pero claro, JiMin no se intimidaba.

¡Hola JungKookie! –Saludó el rubio con un beso en la mejilla al más alto para después sentarse frente a él.

Hola. –Contestó simplemente volviendo su vista a los papeles que leía.

¿Tienes algo que decirme? –Preguntó inocente mientras abría la caja de bombones  y comía uno.

No. –Respondió más irritado.

¿Seguro? –Canturreaba feliz de molestar a su donsaeng.

El azabache suspiró cansado, molesto y con ganas de romper algo.

¿Qué quieres, JiMin? –Preguntó mirándolo con reproche.

Saber por qué demonios lanzas fuego por la boca, ¿acaso ya no se te para? –Preguntó burlón y notó como las venas en la frente de su amigo resaltaban por la rabia contenida.

No estoy de humor. –Contestó sombrío y volvió la vista a sus papeles.

Vi a Jin hace unos días. –Comentó casual comiendo otro bombón. —Si no fuera porque amo demasiado a mi Nammie, te aseguro que iría tras su trasero, está tan hermoso. –Suspiró soñador y JungKook quería arrancarle la cabeza. —Al parecer su estadía en Gwacheon le ayudó a ponerse más bueno. ¿Será que el abogado tendrá algo que ver con su mejoría? –Murmuró.

JungKook se puso helado, ¿abogado?, ¿de quién carajos hablaba el enano?

¡Oh no lo sabes! –Exclamó con fingida sorpresa. —Hablo de Kim TaeHyung, el abogado de SeokJin y amigo muy íntimo claro. –Contestó y sonrió triunfante al ver la expresión perpleja del otro.

El abogado de SeokJin, ese tipo rubio que estuvo con él en los juzgados… ¡Claro! Había olvidado por completo al tipo que estaba enamorado de Jin, maldición, ¿era por eso que el menor le dijo que sólo podían ser amigos y que si él intentaba algo más lo mandaría al demonio sin importar nada?, ¿es en serio?

Sí Kook, es en serio. –Respondió JiMin. El azabache estaba tan pendejo que no se daba cuenta que hablaba en voz alta todos sus pensamientos. —Pero no sabía que Jinnie te había rechazado. –Mintió, el rubio ayudaría a Jin a darle a JungKook una lección.

↬ᴅᴀʀᴀ ᴅᴇɪs♡ [ᴋᴏᴏᴋᴊɪɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora