El pequeño suspiró pesadamente releyendo los mensajes, no entendía porque no le habían avisado nada, o que había hecho, su ceño se frunció cuando se dió cuenta que jooheon no iba a responder, estaba bastante molesto, parecía que lo habían abandonado.
Estuvo al rededor de una hora decidiendo entre como irse, o cuando, pero en ese momento, aquel chico se colo en su campo de visión, estaba saliendo de aquella bodega, ya sin su uniforme. Sin saber porque o de que manera, la idea de seguirlo y hablarle llegó a su cabeza, y no le había desagradado del todo... Entonces esperó a que salga y el salió, siguiéndolo hasta lo que parecía ser la parada del bus, esperó unos segundos en los que decidió como iba a llamar su atención.
Dos toques en el hombro de hoseok, fueron suficientes para llamar su atención, causando que el mas alto volteara
—Hola—pronunció kihyun, sus nervios lo estaban consumiendo, pero el pelinegro lo miraba de manera amable, ahí noto lo hermosos que eran sus ojos.
—Hola— dijo de manera dulce, quería cuidar sus palabras. —siento que hayas tenido que oírme antes— pero fue interrumpido por el castaño
—en realidad fue un placer, cantas realmente hermoso.— soltó sin mas, haciendo que el corazón de el mas alto empezara a latir con fuerza, haciendo que sus mejillas tomen un poco de color.—¿Como te llamas?
—Hoseok— ahora el era quien se encontraba nervioso—¿Y tú?
—Kihyun—iba a decir algo más, pero la llegada del bus lo interrumpió.
—Tengo que irme, nos vemos luego—saludo hoseok con la mano, mientras se subía al transporte
—nos vemos..—susurro con una sonrisa el bajito, esa pequeña conversación había eliminado toda la frustración anterior, dejandolo plenamente feliz