EL CONTRASTE || Ragoney

capítulo 7.

Alfred no pudo evitar reírse.

- No pongas esa cara hombre, ¿cómo te estás tanto tiempo sin decírmelo? Además, parece mentira que no sepas que soy tu mejor amigo, y ya lo sabía desde hacía tiempo - Alfred sonrió. - Solo quería saber cómo se llamaba el afortunado, porque hay alguien que te gusta, ¿o también me vas a decir que no?

Raoul sonrió muchísimo, le había supuesto un gran alivio que Alfred se lo hubiera tomado así de bien.

- Joder Alfred, pues habérmelo dicho antes, porque estaba sufriendo por decírtelo, te odio. - Raoul frunció el ceño, se hizo el enfadado y le dió un pequeño empujoncito en el hombro a Alfred.

- Yo también te quiero - dijo Alfred irónicamente - ¡foto! ¡foto! ¡foto! Quiero verle porfa - Alfred dobló su labio inferior a ver si así le daba más pena y Raoul soltaba prenda.-

Raoul se mordió la sonrisa, se moría de la vergüenza, pero a la vez quería enseñarle ya la foto.

- Bueno venga, te enseño una que le hice ayer en el metro, un poco desprevenido.

Raoul, con algo de color en sus mejillas, le enseñó una foto a Alfred de Agoney durmiendo en el tren, con todos sus ricitos cayendo por su frente y con la boca un poco abierta de lo a gusto que estaba durmiendo.

- Hala Raoul, pobre chaval, no le hagas esas fotos - Alfred no podía parar de reír. -

- Pero si está super mono, jo - Raoul sonreía encoñadísimo. -

- ¿Y cuándo le ves otra vez? - preguntó Alfred intrigado. -

- Pues de momento le veo todos los días en el metro, y, si el correo que me acaba de llegar al móvil dice que me han cogido en la escuela de arte, entonces le veré todos los días - comentó Raoul, muy nervioso, al ver la notificación del correo electrónico de la escuela de arte que acababa de llegar a su móvil.

- Pues míralo, joder, no sé a qué esperas.

Raoul nervioso, miró la pantalla del móvil, solo tenía que darle a "leer" para descubrir si su sueño se había hecho realidad. Finalmente, le dió, pero no miró.

- Alfred míralo tú. - Raoul le dió el móvil a Alfred - pero sé rápido en decírmelo, por favor.

- Vale, te has quedado a uno de la lista... - dijo Alfred, directamente, para evitar que se pusiera más nervioso.

La cara de Raoul cambió completamente.

- Lo sabía, no puedo ser más gafe, encima solo a uno, jo

- Raoul

- Qué

- Que te has quedado a uno de la lista para ser el mejor, pero que estás dentro. - Alfred dió un salto de la emoción.

- ¿De verdad? - dijo Raoul, con los ojos acristalados y a punto de llorar, no podía creer que por fin, después de tanto tiempo luchando por su sueño y ya se había cumplido. Y, además no podía ser mejor, vería al moreno mucho más tiempo al día y podría pasar más tiempo con él, conocerle mejor y no quedarse solo con los momentos del metro, aunque siempre eran muy bonitos o al menos él los veía así.

- De verdad. - Raoul y Alfred se abrazaron y lo celebraron marcándose algún baile.

Como era de esperar, habían cogido a Raoul por su talento, que era obvio, se podía apreciar en cada uno de sus dibujos y en el perfecto boceto que había hecho de Agoney, con todos y cada uno de sus lunares y sus facciones perfectamente marcadas. Pero además, el que Agoney le estuviera insistiendo toda la tarde a su tía que cogiera a Raoul, también habría ayudado, aunque fuera un uno por ciento.
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Raoul no pudo parar de pensar en Agoney durante toda la noche, pues mañana habían citado al rubio para recibir su primera clase oficial en la escuela de arte y Raoul solo deseaba poder cruzarse con Agoney en el metro y decirle que le habían cogido, además de que no estaría mal que Agoney estuviera de modelo en sus pruebas, o al menos en las máximas posibles.
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A Raoul nunca le había sonado más placentero el sonido de la alarma que todas las mañana le despertaba, de normal para ir a la universidad, pero a partir de ese día para ir a la escuela de arte.

Raoul bostezó, enroscado en la sábana. Se frotó los ojos para despertarse mejor y salió de la cama directo a la ducha.

Se metió en ella, como siempre con la música a todo volumen y bailando frente al espejo, no podía estar más feliz esa mañana.

Al salir, se secó el pelo, esta vez se lo secó con el secador sin apenas peinarse, dejándo a sus rizos campar a sus anchas alrededor de su frente. Sopló su tupé, ¡y pelo listo!

Se vistió y desayunó, aunque como siempre, los nervios le podían y acabó manchándose de colacao el pantalón blanco.

- Joder - el rubio miró su pantalón - ¿puedo ser más patético?

Se cambio rápido y corriendo de los pantalones blancos a unos vaqueros, cogió el móvil, las llaves y por supuesto las gafas de sol.

- Alfreed, me voy - gritó Raoul con un tono que sonaba muy alegre.

- Vale, suerte mi niño - se despidió Alfred.

Raoul salió de casa de camino a la estación, su primera clase empezaba a las diez, pero como quería coincidir con Agoney en el metro, decidió estar en la estación a las ocho y media que era la hora habitual a la que Agoney cogía el metro para así poder coincidir sí o sí.

Raoul se puso los auriculares de camino a la estación e iba pensando en como sería su primera clase, que era obviamente sobre anatomía, que era a la especialidad que se había apuntado, pero más concretamente era sobre torsos, como dibujar los contornos, hacer sombras y en fijarse en todos los detalles que tenía la parte del tronco de cualquier persona.

Como cada mañana, Raoul llegaba a la estación y buscaba con la mirada a Agoney, que por lo que parecía también le esperaba. Cuando le encontró Agoney hizo un pequeño gesto con la mano y sonrió.

- Hey - saludó Agoney, que no podía parar de mirar los rizos rubios del catalán caer por su frente, le encantaban. - Al final qué, ¿te han cogido? - preguntó Agoney, aunque ya sabía su respuesta porque su tía se la dijo ayer por ser, según ella, "tan pesado con el chaval ese".

- Ay Agoney que sí, ¡que estoy dentro! - dijo Raoul muy emocionado y le abrazó con mucho entusiasmo, lo hizo sin querer, realmente la emoción del momento lo había hecho actuar así. - Ay, perdón, que me he emocionado - dijo Raoul quitándose del abrazo, todo rojo como un tomate, por si le había molestado a Agoney. - lo siento.

*NOTA DE LA AUTORA: ¡holi! Espero que os esté gustando jo, contadme opiniones, teorías y eso que me encanta leeros! Gracias por leerla y por recibir tanto apoyo últimamente de verdad, sois un cielo! Quedan muchas cosas por descubrir, sobretodo de Raoul...!! Gracias por estar ahí!*