Cuentos cortos

Psicoterapia

Si, la empresa que ayudaba a administrar mejoraba con el tiempo. Las cifras subían sin parar y aquello significaba que sus cuentas en el banco también lo harían. Aunque nada de eso influía en su vida, ella seguía encerrada en la casa; sin más visitas que la de sus padres de vez en cuando y algún e-mail de su hermana que residía en otro país. Trabajaba desde su ordenador, encargaba la comida (nunca en un mismo restaurante, para no correr el riesgo de socializar de más) y leía libros más de una vez cuando el aburrimiento la invadía. A pesar de tener 35 años no tenía ggexperiencia de ningún tipo.
Hoy en la primera consulta con el psicológo, tenia miedo de entrar y abrirse ante un desconocido; tal vez se descubrieran más secretos de lo que esperaba.