Hated boy. [Kimetsu no Yaiba AU] Tomioka x reader

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He descubierto que hoy cumple años Tomioka. ¿Debería regalarle algo?

Lo observo con detenimiento en su lugar esperando para ver si alguien se digna a felicitarlo; nada.
Ni Kyojuro, ni Mitsuri saben de su cumpleaños, mucho menos los otros.

Yo lo descubrí por un maestro que por alguna razón me quiso confiar esta fecha. Le agradezco mucho porque no lo voy a desaprovechar, pero mi plan de recolectar información aún sigue en pie así que seré discreta.

Voy a la cafetería y compro un dulce raro de rábano que ni yo sabía que existían, pero que veo que a veces  Tomioka le echa una mirada de deseo. Es caro este dulce por ser tan raro... En fin.

Estando en clases, mientras el maestro explica unas cosas, yo escribo una carta algo breve que no me haga descubrir. Todo es anónimo.

Terminando las clases y la jornada en general, veo ir a Tomioka al baño dejando su mochila en su silla.

Definitivamente es mi oportunidad.

Camino rápido y con el dulce en una cajita y la carta pegada en este, lo meto con cuidado en el interior de la mochila y asegurando que, por lo menos, tenga buena presentación al momento de sacarlo.

Luego me voy como rayo de ahí para mi casa.

Espero te guste el detalle, Giyuu.

...

Cierto azabache llegaba cansado a su casa por un largo día. Su cabello fue despojado de la liga, a la par de que dejaba sus zapatos acomodados en la entrada.

Sus ojos divagaron un momento por su pequeño departamento, sintiendo un gran vacío en sí mismo.

-Tsutako, estoy en casa. -Habla tranquilo.-

Al adentrarse más en la casa, decide dejar la mochila en la silla e irse a preparar algo de comer. Un huevo estrellado con una salsa para acompañar. Se sirve agua en un vaso, prepara la mesa y por fin se sienta a comer.

-Provecho. -Una vez dicho eso, procede a comer.

En el transcurso, los recuerdos de aquellas comidas con su hermana le inundan la cabeza, luego recuerdos de la comida que compartía con su mejor amigo Sabito en preparatoria. Las lágrimas salían como aguas torrenciales mientras que sus sollozos eran callados cada que llevaba comida a su boca.

Al terminar, recoge la mesa y luego la cosina. Toma su mochila y va a su cuarto para terminar sus deberes, la poca tarea que quedaba.
Ya sentado en su cama, abre la mochila y ve un bulto un poco extraño. Lo saca de ahí y sus ojos se agrandan con un torpe sonrojo color melón mientras un "qué..." se escapa de sus labios.

Un dulce de rábano y una carta. El dulce lo mira asombrado y luego la carta más, es como de las primeras que recibe. Su hermana era la que le daba cartitas.

Al abrirla, llevó su mano a su boca sin poder creerlo.

¡Feliz cumpleaños, Tomioka Giyuu!
Qué felicidad que puedes gozar de más años con vida, ¿No crees? Y si no lo crees, deberías. Créeme que la vida es el regalo más hermoso que puedas imaginar. Desde las cosas más grandes hasta las más pequeñas son un regalo. (Lo malo obviamente no xD)

Espero te guste mi regalo, te he visto mirarlo con deseo pero como sé que eres súper diligente pues no lo compras. Bueno, yo te quiero dar ese gusto y ahí lo tienes. Disfrútalo mucho, es muy raro y más que lo vendan en la escuela. En fin, ten un hermoso día, no te pongas mal ¿Si?
Créeme que más adelante de todo camino lleno de dolor, hay un regalo que te espera:

Tu felicidad.

Feliz cumpleaños nuevamente y espero esto te alegre el día ❤️.

...

Las lágrimas se escapaban con cada palabra de aquella carta. Para él, es lo más hermoso que alguien fuera de su hermana o Sabito le pudiera dar. Increíblemente sorprendente y vaya que no puede creerlo.

Inconscientemente abraza aquel dulce y sonríe con ternura sintiendo como su corazón late y siente algo más que solo tristeza. Las palabras le dieron un aliento de vida que tanto necesitaba para poder seguir.

Sea quien sea esa persona, ya tiene un lugar en el corazón de Giyuu, y cuando descubra quién es, será el más feliz del mundo.

Solo es cuestión de esperar. . .

...