Se dice de Deku [TodoDeku]

Deku

La música ensordece y las vibraciones se sienten hasta los huesos. Deku se siente orgulloso de sí mismo, no solo consiguió que Todoroki saliera de su encierro sino que en ese mismo instante estaba viendo con sus propios ojos como el chico "bailaba" entre un montón de cuerpos sudorosos y todo el calor que se acumulaba en el ambiente. No pudo evitar sonreír satisfecho, el bicolor no lucía del todo disgustado y seguía el ritmo de la música de manera un tanto disimulada. Nada extravagante como otras ciertas personas que parecían payasos o karatecas al realizar pasos extravagantes y ridículos.

Al contrario que su acompañante, Midoriya se movía con más soltura. Balanceaba su cuerpo como sintiendo a si mismo parte de la música. El peli-verde estaba más que familiarizado con las sensaciones y el ambiente, por lo tanto, no se sentía nada cohibido de moverse sin vergüenza. Notaba como algunas cuantas miradas se clavaban en su cuerpo sin ningún tipo de pudor, se trataba de hombres y mujeres que nunca en su vida había visto hasta esa noche y que probablemente lo veían como la posible futura presa del día. Deku se reía de esos pobres ilusos en su interior, él tenia una compañía muy grata en esos momentos y ningún idiota pretencioso iba a evitar que lo aprovechara todo al cien por ciento, esta era solo la segunda vez que lograba salir con el interesante chico con heterocromía que tanto le agradaba. Por eso se molesto bastante cuando un idiota intento propasarse, se acerco más a Todoroki luego de dar un manotazo con la intención de dejar bien en claro su nulo interés a quien quiera que allá sido.

Luego de otro rato disfrutando entre un montón de desconocidos en aquel lugar apretado y un tanto oscuro, su propia chaqueta de cuero no lo dejaba respirar, podía sentir con claridad las gotas de sudor recorrer por su cuello, sus rizos ya habían perdido la forma ondulada que se había esmerado en darles esa tarde y ahora se pegaban en su frente tan desordenados como siempre. Noto que su compañero estaba en una situación similar a la propia y dedicando le una sonrisa le hizo señas para salir de ese lugar en busca de aire fresco.

Shouto se mostró de acuerdo con la propuesta y siguió al pecoso hasta una salida trasera de aquel lugar donde la ruidosa fiesta se celebraba.

Cuando el pecoso salio del lugar por completo se dirigió directamente al estacionamiento, donde su preciada Plus Ultra espera por su dueño paciente. Izuku se quito la chaqueta amarrándola en su cintura de una manera más practica, necesitaba sentir el frió de la noche, se sentía recién salido de un horno y aun se sentía un poco fastidiado por la cantidad de hormonas que volaban en aquel lugar que no lo había dejado disfrutar del todo del buen baile y desestres. Pero no se sorprendía, hoy en día a las personas no les importaban si eras hombre, mujer, perro o gato, se creen que se pueden ir acostando con el que sea y a todas las fiestas que llegaba a asistir, aunque no conociera del todo bien a los invitados, terminaba siendo manoseado más de una vez y de una forma muy descarada. Varias veces esas personas no llegaron a salir ilesas de esas.

Hatsume Mei lo tenia vetado de sus espectaculares fiestas hasta nuevo aviso, más específicamente, hasta que se le pase la rabia por haberle roto la nariz a su hermano.

Ya sintiéndose mejor consigo mismo se sentó sobre su motocicleta. Esa no era una noche para golpear a idiotas pervertidos, ni pensar en lo mal que esta la sociedad juvenil y mucho menos en el asqueroso hermano de Mina. Ese día había sacado a Shouchan de su casa para pasar un buen rato en una buena fiesta celebrando que su querida amiga Jirou ya estaba comenzando triunfante en su vida de Dj. Decidió sonreír y comenzar una apetecible conversación ahora que su acompañante bicolor se hallaba apoyado a su lado mirando algún punto en el cielo.

- Jirou tiene mucho talento - El asombro de escuchar a Shouchan comenzar la platica dejo a Deku un par de minutos intentando asimilar el suceso.

El pecoso soltó una pequeña risita, no se trataba de una burla ni nada parecido. Solo que el hecho de que Shouto te hablara por su propia voluntad era maravilloso. Se pregunto a si mismo desde que momento las platicas con el heterocromotatico llegaron a tal grado que el mismo chico, que era como una tumba a la hora de sacar conversación, ahora le hablaba con tanta naturalidad. No podía sentirse más que feliz y alagado por ello.