-¡oye que pasa con usted nunca tendré eso puesto en mi! .... ¡me largo u-usted esta loco!- es un maldito idiota. Dirigi los pies a la salida de este horrible lugar, sin embargo, se interpuso en mi camino. Trate de rodearlo fue imposible.
-deje me ir - De un rápido movimiento ya estoy en la cama y el encima mio sosteniendo mis muñecas con fuerza, los apretaba cada vez más dejando salir un quejido de dolor de mi parte. Mi corazón volvió a latir rápido y mi estomago sentía mariposas. Quiero ir a casa...
-te recuerdo que soy tu superior puedo hacer cualquier cosa contigo- se acerca a mi cuello para dejar un camino de saliva y besos causando un problema ahí abajo no otra vez, por favor pare.
Se detuvo, gracias, ahora su mirada se fijo en mi bajando hasta el problema.- ja tan solo darte unos pocos besos ya estas así eres una fácil valió la pena no despedirte... Vamos pontelo-solo asentí sin entender lo que dijo al inicio «una fácil» se alejo de mi y yo rápidamente fui al baño de nuevo.
Sin pensarlo más me puse aquella ropa de Maid, una falda muy corta [como usan esto ellas] y... ¡Sin ropa interior! No, debe de haber uno por aquí, busqué en todo el baño, nada; doy un suspiro largo y decido ir.... allá voy.Salí del baño con miedo, esto es demasiado vergonzoso. Mi mejillas las sentí arder y mis manos tratando de bajar la parte de adelante de mi falda escondiendo mi miembro ya erecto.
-¿estas seguro que eres hombre? Es que solo mirate -vi su cara y se esta aguantándose la risa. No sabia que decir esto es insultante. -te hice una pregunta contesta-
- bu-bueno yo... aah~ -la maldita erección duele, quiero ir a casa esto esta mal muy mal que ya acabe por favor.
-jajaja no hemos empezado y ya gimes-habla mientras toma su ultimo tragó de vino -ven- me arrima hacia él, quedando sentado sobre sus piernas yo dándole la espalda sintiendo un bulto causante de otro gemido -no se como te permitiste acariciar por él- eh? Esta hablando de Jack pero yo...
▫Narrador▫
Las manos de Alexander iniciaron a tentar las piernas delgadas del menor, los masaje a y apretaba a su antojo. Después de divertirse un rato paso a tocar los pequeños pezones de Dani sobre la tela del disfraz provocando jadeos y gemidos algo agitados, su erección en cualquier momento iba a explotar. La boca del peli negro se posicionó en el cuello del contrario muerde con fuerza y dejar una marca acompañado de sangre. Eso hizo que el menor diera un grito de dolor y de haberse corrido en la ropa del mayor.
Al ver su traje fino manchado de semen, tener un temperamento de mecha corta, lo echo al piso con brusquedad.-¡maldita mierda te a través a correrte sin el permiso de tu jefe y en mi ropa!-
-no n-no e-era mi i-int...- le dio dos cachetadas antes de que pudiera terminar.
-¡callate no te pedí que hablaras! Iba ser paciente contigo pero creo que te educare primero... al parecer ya no necesitas esto- de un tiron se deshizo del disfraz amarró con fuerza las muñecas y tobillos del ojimiel, lo dejo boca abajo. Tomo un látigo y empezó a azotar toda la espalda baja al igual que los glúteos de Daniel.
-de ahora en adelante te privo de tu libertad a cualquier cosa- seguía azotando sin importar el dolor que este causando. -eres solo mio si me entero que andas de puta en este edificio u otro lugar no sabes en que te metes y si renuncias yo mismo te mando al matadero- dio los últimos 10 azotes satisfecho de haber lo hecho.
- te ves tan violable en esta situación ver ese trasero tan apetecible-
Volteo a Daniel y contemplar la extrema lindura e inocencia de este chico, su frágil y delgado cuerpo, su cabello corto despeinado. Esa cara roja, jadeante y llena de lágrimas le pareció una de las joyas más preciadas.
El contrario solo deseaba morir, desaparecer; pero en su interior crecía algo que no quería que se apoderará de él algo diferente al odio o dolor. Sus pensamientos y sentimientos estaban confundidos por cada roce, por cada toque le proporcionan ¿acaso se iba perder en la excitación, placer y besos?
ESTÁS LEYENDO
Soy un Juguete
RandomToda la vida Daniel ha tenido un giro de trescientos sesenta grados desde que llego a su nuevo trabajo, desde que subió en lo alto de ese edificio donde es una área restringida para todo el mundo, desde que conoció a Alexander. Pensar que si solamen...