Capítulo 9

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Desde que mate a Julia, todo el mundo rumorea que se suicido en el bosque ya que estaba harta de ser una puta, pero nadie asegura que sea verdad, son solo teorías, ya llevamos 2 años sin la profesora de Biología, la cual murió de sobredosis de pastillas, le metí unos ibuprofenos de más en el agua, cada vez que mato a alguien las voces aumentan, pidiendo más, uno de esos días estaba en clase pensando en quien podría matar esa noche, de repente se escucho una explosión, en dirección al bosque, ahí es cuando me levante de mi silla y salí corriendo, los profesores me intentaron frenar pero me escape, me puse a llorar mientras corría, cuando llegue era lo que me imaginaba, había explotado la fabrica de armas en la que trabajaba mi padre, vi que se acercaban los bomberos y las ambulancias, antes de que me pillaran me metí en el fuego de la fabrica, me puse a buscar a mi padre, lo encontré en el suelo, con quemaduras y heridas muy graves, “puedo arreglarlo, puedo arreglarlo, !PUEDO ARREGLARLO!” Sentía un poco de dolor en mi ojo izquierdo, escuche dos voces no muy lejos, era la voz de una chica y de un chico, me escondí detrás de una de las maquinas, me puse a observar, el chico empezó a gritar “!!!por favor, por favor!!!, te daré todo lo que quieras” “¿Lo que quiera?” Respondió la chica “S-Si” “Entonces dame tu alma” “Co-com-” Ahí es cuando la chica le clavo su arma, en ese momento me di cuenta que era la chica de mi sueño, y el arma que tenia la fabricaban en el sitio donde trabajaba mi padre, “Yumiko, se que estas escondida, tranquila, ya entenderás por que hago esto, y lo siento por tu perdida” me asome y vi que me estaba observando, le caía la misma substancia que tenia yo en mi ojo por su mejilla, se fue alejando, fui corriendo a dispararle con el primer arma que vi, me di cuenta de que se había esfumado ahí es cuando sentí un pinchazo en el cuello, logre girarme un poco antes de caerme, me pareció ver a “el” pero era imposible, en ese momento es cuando mis párpados se iban haciendo más pesados y sentí el caliente del fuego en mi cara, me desperté en el hospital con un parche en el ojo izquierdo, estaba sudando y tenia unas pocas quemaduras por el cuerpo, apareció un enfermero, se sento en mi camilla y me pregunto si me acordaba de algo del desastre, le respondí que no, lo único que recordaba eran imágenes de mi padre en el suelo, y la chica diciéndome eso, pero como me conocía si nunca le había hablado antes, antes de que saliera el enfermero me dijo “lo siento por la perdida de tu padre, y no te escapes de la escuela de nuevo” le mire con seriedad y volví a ver la camilla y la silla que tenia al lado, no estaba mi padre esa vez esperándome a que me despertara, estaba sola con mis voces. Después de un mes y medio recuperándome me dieron el alta. Llegue a mi casa y me tumbe en el sofá, estaba tan silencioso, que lo agradecía pero a la vez echaba de menos la voz de mi padre llamándome a cenar, era solo yo en esa casa.

Yumiko(SIN terminar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora