Capítulo 11

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Las voces aumentan y aumentan, los abusos en el colegio aumentan, la soledad se apodera de mi, los pensamientos se hacen insoportables, los cortes en mi brazo se hacen cada vez más profundos, y las ganas de suicidarme se hacen insoportables. Faltaba ha clases, me escondía debajo de las escaleras y empezaba a cortarme cada vez clavando más y más. Uno de esos días estaba cortándome y escuche a Janice cerca mío, me cubrí los brazos con ls vendas y escondí el cuchillo en mi mochila, me di cuenta de que había sangre por el suelo, no podía limpiarla, me descubriría, me tape la boca, e intente no hacer ruido, los pasos de Janice se iban acercando lentamente a mi, paro de caminar, escuche que se estaba alejando me asome, y ya no estaba al parecer había pasado de largo, “¿Yumiko?” Me gire y me la encontré llorando en frente mía, agarro mi brazo y me quito las vendas, se puso a llorar aun más, agarre el cuchillo sin que se diera cuenta, lo saque rápidamente de mi mochila y le corte un poco la cara se aparto, “no, Yumiko, no”, estaba sonrojada, “¿Por que no?”, esa fue la primera vez que hable con alguien sin querer matarla, “Por que sin ti no se por que existo” se puso más sonrojada de los que estaba, me levante y salí corriendo hacía mi casa, estaba lloviendo Janice me seguía, empezó a llover de tal manera que no se veía nada, vi una luz era un coche, estaba ya al lado mía, iba a ser mi final, en ese momento me empujo Janice fuera del camino del coche, “!!No lo hagas!!” “!!DEJAME EN PAZ!!” La empuje y seguimos corriendo, cuando llegue a mi casa abrí la puerta y la cerré para que no pudiese pasar, fui corriendo a mi cuarto, coji una cuerda y la enganche a la lampara del techo, las voces aumentaban cada vez más y más, coji la silla y me coloque la cuerda en mi cuello, en ese momento apareció el alma de mi padre, “No lo hagas, ella te quiere, y tu lo sabes” en ese momento se escucho una ventana quebrándose, “!!Yumiko no lo hagas!!”

Empuje la silla, sentí mi cuello más y más apretado, mientras que mis pulmones estaban haciendo el mayor esfuerzo por respirar, pero yo estaba feliz iba a ser libre, aunque estuviera en el infierno, me iba a liberar, ya no iba a sentir dolor. Se volvió todo negro, escuche a Janice llorando y llamando a la policía desesperadamente, después de un tiempo se veían unas luces, azules y rojas. Después esas luces fueron desapareciendo poco a poco. Logre moverme entre toda esa oscuridad esa vez las piernas no me pesaban, estaban muy ligeras, apenas las sentía, estuve moviéndome entre toda esa oscuridad durante un rato bastante largo, no me importo ya que no me dolían las piernas, segui andando hasta que escuche una voz, “¿A donde vas?” Me gire pero no había nadie, “no me puedes ver, soy kazuya, ahora solo veras mi mano flotando en el aire, si quieres vengarte de todas las personas que te abandonaron, que te pegaron, que te engañaron, dame la mano, pero si quieres quedarte en toda esta oscuridad sin ningún rumbo, no me des la mano” me quede confusa no sabía que hacer, estaba bien en aquel lugar, no sentía tristeza era libre, pero también quería vengarme de los que me habían abandonado y molestado, me quede pensando pero yo quería vengarme e todas las personas que me molestaron y abandonaron, me dio esa necesidad, le di la mano ahí es cuando desapareció toda esa oscuridad y volví a sentir las piernas, estaba un poco desorientada, mire hacía arriba y me puse a llorar.

Yumiko(SIN terminar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora