Poesías en el viento.

Mujer

Mujer frágil de alma cristalina; cuál pétalos de flor se posa sobre ella una enamorada mariposa,
aspirando el néctar del interior de tu alma, mujer encantadora por tu dulce y etérea alma primorosa;
tan delicada es tu alma inmaculada; más de inigualable perenne belleza de una piedra preciosa,
tan resistente como el cristal de roca; más de aroma exquisito como el frágil perfume de las rosas.

Mujer de hermosa sonrisa, y escucharla es como la brisa en el día cálido y entre sombras una caricia,
Más en las noches con tus besos y deseos a mi ser por completo lo enloquecen tus encantos, tus delicias,
poseerte es mi sueño, ser tu amante y ser tu dueño; amarte con devoción y con un toque de malicia,
amarte será el mayor de mis placeres, y el amor que nos tendremos será para otros su codicia.

Mujer de espíritu indómito, extendamos las alas y volemos a lo lejos, con tu alma esplendorosa,
hacia el cielo; a las estrellas, alcanzemos la gloria, y una vida de ensueño que sea maravillosa;
seré yo quien te amé noche y día, serás tú de entre todas las bellas mujeres mi elegida y mi diosa,
y entre sueños y alegrías viviremos los dos enamorados una vida con decoro y muy dichosa.

Mujer de tierna mirada; tus ojos se funden en los míos y tu mirada el comienzo del amor propicia.
Mujer de voz suave, que me susurra el alma, y tu voz es canto a mi alma que por completo la acaricia,
y tu encanto me embelesa, he induce una gran riqueza que provoca en mí un pensamiento lleno de avaricia,
me aferro a tu amor para no vivir injusticias, de un amor que arrebata por su deseo voraz el que codicia.

09/02/2020

Ismael González Domínguez