114.- Celo (Milo x Camus)

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(Omegaverse)

Maldecía a Saori, a Saori no a Athena, por llevarse a Milo para que le sirviera de guardaespaldas en un evento de la fundación Kido.

¿¡No pudo haberse llevado a otro!? O ¿¡Porque ese evento del demonio debió ser justo en estas fechas!? Cuando a su celo se le ocurría aparecer.

Necesitaba a su alfa pero este estaba a kilometros de distancia. Para aumentar su desgracia esa convocatoria era televisada porque la jovencita iba a anunciar algo que ayudaria a muchos. Podía verlo a través de la pantalla, con ese traje negro que se le apretaba por culpa de los músculos. ¿Por qué tenia que verse tan jodidamente bien con todo lo que se pusiera?

Esa imagen de su amado griego solo hizo que aumentaran sus calores, lo necesitaba pero ya, o algo que le perteneciera, cualquier cosa. Se vistió con lo primero que encontró y bajo al templo de Escorpión, hay donde más se concentraba su olor, cuando llego a su destino se calmo un poquito pero no era suficiente. Busco su ropa, la de entrenamiento se lavaba constantemente no le servia, la demás la usa tan poco que apenas y se sentía su aroma. Iba a volver a su templo cuando ese olor que tanto conocía le llego a la nariz venia de la Armadura.

Debía ser por culpa del celo porque en su sano juicio nunca lo haría.

Cuando se dio cuenta ya estaba sobre el manto sangrado, sin nada encima y restregandose de una forma casi necesitada, el olor de su alfa estaba ahí podía sentirlo, lo invitaba a seguir y no se detendría. Tomo las pinzas del escorpión con ambas manos pasando esa fría superficie por cada centimetro de su cuerpo.

Se acostó sobre ella, las patitas  le rozaban los muslos, las costillas y sus cabellos se enredaban en ellas. Cada movimiento que hacia su piel se rozaba con alguna parte del metal que tantas cosas le estaba haciendo sentir. 

Pero quería más, necesitaba más sino no estaría satisfecho.

- El aguijón...

Lo miro bien, esa cosa era enorme y podría lastimarlo la punta, era una idea muy tentadora que no desperdicio. Usando su cosmos congelo parte de la punta para darle la forma que deseaba, una vez listo se dilató lo suficiente con una de las patitas más pequeñas.

Una vez listo comenzó a introducirlo en su cuerpo, no espero ni un segundo su cuerpo le pedía moverse y eso hizo. Hacia un lado, hacia el otro, de arriba a abajo, rápido, lento ¡Como le naciera hacerlo! Esa cosa estaba complaciendo sus bajos instintos.

- Ah... dioses Milo... Milo.-sin importar como fuera seguiría llamando a su alfa.

Ya estaba hasta babeando, su cuerpo se sentía como si el propio Milo lo estuviera haciendo suyo. Se arqueo en un ultimo movimiento. La superficie dorada había quedado manchada. Cayo rendido sobre la Armadura.

Una experiencia única que de ser necesaria la volvería experimentar.

🍎❄

Creo que se me acaba de ir el ultimo gramo de inocencia que me quedaba. 😅

No sé que tan fuerte les haya parecido a ustedes, solo espero que les gustara.

Pd: Creo que la pobre Armadura quedo traumada 😂

ScorpioNoMilo💕

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