Just Two [Yuumika]

II

Era invierno, estaba nevando y hacia frío, el parque estaba cubierto de nieve y habían muchos niños no más de 7 a 10 años, y entre ellos destacaba un chico de piel palida, ojos azules como el cielo y cabellera rubia.

Este chico siempre había sido muy creativo, por lo cual habia construido un castillo de su estatura con la nueve del suelo, estaba muy orgulloso, a sus siete años era todo un artista, un prodigio. Pero el universo conspiraba contra el por algun motivo.

Llego un grupo de chicos de nuevo y diez años

-¿Un castillo?...¿Que eres? Una princesa tal parece- comenzaron a burlarse

-Ya, dejenme en paz-Replicó el chico

-¿O si no que?- dijo el mayor, el de siere años le tiró una bola de nueve grande directo a la boca, etsaba cansado de que ellos se burlaran- Ahora si sacaste lotería- dijo el mayor agarrandolo del cabello y tirandolo sobre el castillo, los demás comenzaron a derrumbar el resto que había quedado instacto mientras que el rubio intento levantarse, pero dos chicos lo detuvieron agarrandolo de sus pequeños brazos

-No...mi castillo- lagrimas salieron de si rostro

-Escucha idiota, a mi me respetas, tu y tu familia son nuestros perros y si yo digo ladra tu madre a ¿Escuchaste? -mencionó enojado golpeanfo al niño en el rostro, en eso una bola de nieve le llegó a la nuca, se dio la vuelta molesto

-Deja al chico en paz- el joven estaba a contra luz

-¿o si no que?

-Te golpee tan fuerte que hasta a rus ancestros les dolerá

-Quiero ver eso- este joven le intento golpear pero el desconocido era habil y bloqueba los golpes comenzando a atacar. Luego de unos minutos los brabucones se asustaron y corrieron asustados dejando al rubio en la fría nieve

-Estas bien?- pudo notar como le entragaba su mano, no recordaba su rostro era pequeño, pero sabía que ese joven héroe fue su amor de infantil- Soy.....

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Sobresaltado despertó, ese sueño habia sido un pequeño recuerdo de sus siete años, no sabía por que lo recordaba ahora, miro su reloj, se acercaba el compleños de Lacus y quería verle un regalo especial, ya que, era el único que habia estado con el por tantos años.

Y con respecto al dia anterior, el ya mencionado habia echo el turno de si mismo y de él rubio, por lo cual el regalo debía ser más grande aún.

Tomó sus cosas para arreglarse, guardo su billetera y su móvil, comenzó a buscar sus llaves t encontró la tarjeta con el número de teléfono de Yuu, inconsientemente tomo si telefono y le marcó

-Por favor no contestes- rogó

-¿Hola?- se escuchó al otro lado de la línea,el rubio comenzó a entrar en nervios y no pudo evitar tragar algo de saliva

-Y-Yuu?...S-Soy Mi-Mikaela- contestó

-Oh, Hola Mika ¿como estas?

-Bien, ¿tienes algo que hacer ahora?

-No, estoy libre, ¿qué deseas?

-Ire a hacer unas compras, ¿me acompañado as?- Mikaela entró en nervios, no queria un no de respuesta pero tampoco un si, estaba dudoso

-Por su puesto, ¿donde nos juntamos?

-¿Que te parece en el parque central?- cuando todo fue confirmado ambos colgaron, el de ojos azules estaba muy feliz, no sabia que pasaba pero si estaba seguro de algo, quería seguir estando con el, ese chico le hacía sentir cosas muy bellas y quería seguir sintiendolas.

Finalamente llegó la hora acordada, cuando el rubio llegó diviso los brillantes hojos de su amigo y sin pensarlo grito a la distancia saludandole con mucha energía a lo que el contrario comenzó a reír.

-¿Y que vienes a comprar?

-Un reglo para mi amigo, su cumpleaños es en una semana y quiero estar listo, pero no se que comprarle

-Piensa en sus hobbie

-...-El chico comenzó a pensar- Ya de, Lacus rienes una colección de espadas, pero les faltan alguna, le comprare la que le falta

-¿Y cuál es?- Cuestionó Yuu

-No lo sé, le diré a René- Tomo su telefono y marcó al número de du compañero

-¿Que pasa Mikaela?- contestó sin ganas

-¿Que hacías?

-Jugaba videojuego...¿Que carajo quieres?

-¿Sabes cuál es la espada que le falta a Lacus para su colección?

-Si, le faltan tres ¿por?

-Le dare una, dime cuales les falta

-La daga "Tanto", la "Sayatsuka" y "Wakizashi"...¿eso es todo?

-Si, graci...-antes de terminar su compañero ya habia cortado- Que grosero- menciono bajo

-Que te dijo?- El rubio le conto a su amigo de las espadas y entre los dos comenzaron a buscar por todas partes las espadas, debía ser un regalo perfecto hasta que por fin, en una tienda de intercambio encontró la daga "Tanto",

-Hay no...¿como la consigo?- pregunto triste, una mano se piso en su hombro

-Yo me encargo- el azabache comenzó a caminar hacia el dueño de la tienda y mención que queria la daga, no estaba a la venta de intercambio pero el dinero hace mover el mundo y el joven de cabello negro tenía demasiado, por lo cual la daga la conseguío muy fácilmente. -Aquí está - le entrego la daga, el rubio la romo y no lo evitó, abrazo al chico con fuerza y este le correspondió levantandolo del suelo, se miraron a los ojos

-Gracias- susurro el de ojos zafiro un poco rojo, pues sus rostros estaban tan cercas que sus respiraciones chocaban

-Haría lo que fuera por verte esa sonrisa- mencionó, el rubio se sonrojo y miro a otro lado, dándose cuenta que estaba abrazado como Koala sobre su nuevo amgo, entro un poco en panico y piso el suelo de nuevo, la atmosfera del obvio romance desapareció

-L-Lo siento-contestó avergonzado

-No pasa nada...-Le sonrío y el rubio correspondio {Mi estomgo se diente raro...¿que me pasa?} pensaba el de ojos azules para sus adentros.