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La lujuria los invadió, por completo sobre todo al rubio, ya no parecia ser el mismo, hacia caras que exitaban al azabache, este seguia embiestiendolo y se la metia una y otra vez, el rubio tenia sus ojos llenos de deseo, beso sus labios y se sentó, mikaela se sentó encima de él autopenetrandose, finalmente ambos calleron rentidos luego de tanta acción, no podían más y se durmieron, aún unidos.

En el bar owari, el barman de cabello plateado marcó al número de teléfono de aquella chica

-Como te fue?- fue lo primero que se escuchó del otro lado

-Bastante bien, aún que creo que me pase un poco- Sonrío complice

-Bien, espero que tu esposo no se enteré

-No lo hará, esta bien guardado- ambos colgaron.

El de cabello rubio se levantó, le dolía el cuerpo y demasiado, sus caderas, su trasero, su entrepierna y  su boca, quería levantarse pero luego se dio cuenta que había algo entre sus piernas, más bien dentro de él, se movió sólo un poco y ese acto hizo que el azabache despertará, lo abrazó de la cintura y lo apego más hacia el haciendo que su miembro volviera a entrar dentro del Rubio, este último no pudo evitar soltar un gemido suave al volver a sentirlo

-Y-Yuu...Sacalo- dijo avergonzado

-Lo siento- contestó haciendo caso al rubio - Como te sientes?- preguntó

- Me duele todo, creo que no podré caminar - contestó mientras undia su delicado rostro sobre la almohada avergonzado a lo que azabache río

- Dime, cuando dormías estabas teniendo una pesadilla ¿No?...

- Eso creo, no lo recuerdo- dijo moviendo su cabeza para verlo- Vamos a tomar una ducha- le ofreció, pero como no podía levantarse el de ojos esmeralda debió levantarlo y llevarlo al lugar, se ducharon juntos, se vistieron y bajaron a desayunar, Mikaela decidió tomar una pastilla para poder calmar los dolores que sentía.

Luego de ello Yuu llevo al rubio a su casa, pero antes de que este pudiese bajar del auto el le agarro de la muñeca llamando su atención

- Mika...Mañana a la tres de la tarde vamos a cenar, debo contarte algo importan....¿Vendrás?- le mencionó nervioso

- Si es contigo si- sonrió alegre el de ojos zafiros, solo quería estar con el azabache, le hacía sentirse protegido, apenas entró a su casa se recostó en el sillón viendo su celular y pensando en lo miserable que había sido su vida durante estos años, mañana cuando se viera con el había decidió contarle acerca de su vida, así sabría de una vez por todas si lo iba a despreciar por su pasado o lo amaría por como él siempre fue. Con esos pensamientos en mente no pudo evitar sentirse mal y marco al teléfono de su mejor amigo Lacus

- ¿Que pasa Mika? - se escucho de la otra línea, el rubio mordió su labio con pena

- Tengo miedo...ayer yo y Yuu tuvimos sexo....quiere que valla a cenar con él mañana y quiero contarle mi historia pero....tengo miedo - mencionó

- Mika...dame unos minutos, voy a tu casa - contestó mientras colgaba, el mencionado no quería esperar, había caído una lágrima por sus ojos la cual limpio y el teléfono sonó, lo levantó, había llegado un mensaje del azabache y ese simple "hola" le había echo sonreír.

El chico habría la puerta dejando entrar a su amigo, ambos se veían muy animado pero rápidamente el cabello lila lo agarro de la muñeca y lo llevo directamente al sillón

- Bien cuéntame - dijo emocionado

- Bueno..- se volvió a deprimir - no sé si sea lo correcto contarle lo que pasó hace tres años...es antinatural - mencionó

- Claro que debes decirle, además no es antinatural, a cualquiera pudo pasarle y tú corriste con esa mala suerte -.

El tubo comenzó a pensar.

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Esto es lo último que escribir de esta historia, puedo que la continúe o puede que la deje, eso no es seguro.

Además ya se me olvidó el pasado de Mika, solo recuerdo algo pequeño, pero en fin, me alegro que les este gustando esta historia.

Just Two [Yuumika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora