Como Pretendo No Echarte De Menos, Si Te Amé De Más. ||ifridge||

25. Aqui nos conocimos (epílogo)

Julio 2027

—Mami, mira esta foto! –dijo la niña de ojos verdes sentada en la cama de sus madres puesta como un indio, encima de sus piernas reposaba un álbum de fotos, al lado de esta, una maleta descansaba encima de la cama, casi llena hasta arriba de ropa de verano.

—soy yo de pequeña, Gala –le dijo la mayor de flequillo con una sonrisa, cuando vio la foto que le enseñaba su hija.

—eres guapísima desde pequeña –le dijo la niña, mientras pasaba las paginas del álbum, que se había encontrado en el armario de sus madres.

Aitana sonrió mientras seguía metiendo cosas en la maleta, y a la vez iba oyendo los comentarios de su hija de 9 años acerca de las fotos.

—mira a mamá y a la Lucía –dijo la niña otra vez, Aitana se acercó hasta ella, y sonrió al ver esa foto, que tan buenos recuerdos le traía.

Las dos rubias salían en la playa, cuando ya estaba atardeciendo, peleando o jugando en el agua, quien sabe, unas de sus mejores vacaciones.

Aitana se sentó al lado de su hija para seguir viendo fotos, de navidades, carnavales, conciertos, exhibiciones de Lucía, competiciones, de OT, halloween, había fotos de Aitana y Nerea de pequeñas, al igual que de Lucía y de Gala.

El álbum acababa en una foto, de las cuatro chicas, más bien era un selfie que tomó la rubia pequeña, en el que salían poniendo caras muy graciosas, esa foto la estuvieron mirando un rato mientras reían.

—de que reís? –preguntó entrando la rubia mayor a la habitación, le dio un beso en los labios a Aitana y otro en la frente a su propia hija, que le señaló la foto, Nerea la miró y empezó a sonreír más aún.

—ya he acabado la maleta –le dijo la del flequillo, mientras su novia asentía.

—le voy a enseñar esta foto a la Lucía –dijo la pequeña de la casa mientras se levantaba de la cama con el álbum en brazos en dirección a la habitación de su tía-hermana, las dos chicas que seguían en la habitación se miraron sonriendo y con ese brillo en los ojos, mientras de fondo oían la conversación de su hija sobre la foto y unas pequeñas risas.

.....
Nerea
El ruido de un despertador, unos segundos después el silencio otra vez, los besos en el cuello, y unos brazos rodeando mi cintura, la sonrisa que se formó en mi cara, aunque todavía no hubiese abierto los ojos, el olor de Aitana, uno de mis favoritos, mientras seguía dándome besos por las mejillas y en los labios.

Abrí despacio los ojos, pasándome las manos por la cara, y después estirándome, a todo esto Aitana se levantó de la cama, subiendo la persiana, la luz del sol entró en la habitación, y yo me tapé hasta arriba con la sábana blanca de la cama, cerrando otra vez los ojos, sentí como el colchón se hundía a mi lado, me destapé poco a poco la cara, y miré a Aitana poniendo un puchero, ella me miró con una sonrisa y la ceja levantada.

—ahora estás cansada, no? –preguntó riendo.

—si, la próxima vez, si nos tenemos que levantar pronto, no.... –un bostezo corto mi frase.

—seguro que si cariño, seguro que tú ayer no tenías más ganas que yo, seguro que la próxima vez pararás –dijo Aitana dejando un beso en mis labios, levantándose riendo y destapándome, en cuanto salió por la puerta de la habitación me empecé a reír y a negar con la cabeza, estaba claro que yo no pararía, solo por la razón de madrugar al día siguiente, me levante bostezando de la cama, con el pelo revuelto, y me fui a las otras dos habitaciones con la puerta cerrada.