Pets?! {CountryHumans/Countryballs}

Capítulo 2

|Cede de la ONU, Nueva York, 11:54 AM|

Todos los países se encontraban en aquella sala de reunión, incluso los que conformaban la Unión Europea, La OTAN y la OSEAN. Pero, la junta debió haber terminado a las diez y eran las once de la mañana, muchos querían estar desde hace bastante en casa o en el hotel en el cual se hospedaban; sin embargo, no los dejaron irse. Se preguntaban, ¿Por qué?

ONU finalmente entró en la sala, seguido de los demás, tal vez, y solo tal vez, fue una mala idea dejar a las Balls fuera de la caja para que se acostumbraran.

Hablando de eso, ONUBall se había acostumbrado a los hombros de su versión Human, ahora se la pasaba ahí, pocos países lo notaron, pensaron que era algún tipo de juguete o algo así.

―Bueno, sé que los hice esperar...

―Cuando nos haces esperar, da miedo ―habló cierto mexicano―.

―... Claro México ―dijo con una mueca de fastidio―.

La organización abrió las solapas de la caja para dirigirse hacia las Balls. Una buena sorpresa, claro que sí.

―Muy bien pequeños, en cuanto vean a alguien con sus mismos colores, ¡Salten hacia él!

Mientras el Ángel le hablaba a las pequeñas esferas, algunos países pensaban que se había vuelto loco; digo ¿Quien en su sano juicio le habla a una caja?

Luego alzó su vista al resto de personas sentadas en la mesa de la sala de reuniones, y habló.

―Les tengo una sorpresa.

Los murmullos comenzaron, ONU se lo suponía, pero les hizo un ademán para que hicieran silencio. Lo cual hicieron.

―Como iba diciendo, les tengo una sorpresa, sé que a algunos puede que no les agrade ¿Está bien? Pero, de ahora en adelante esta será una responsabilidad para ustedes ―ONU tomó a la pequeña Ball de su hombro y la mostró ante todos― Ésta será su responsabilidad.

―¿Un juguete? ―inquirió Reino Unido―.

―No, UK, un ser vivo, se llaman CountryBalls, y será su responsabilidad cuidar de las suyas respectivamente.

ONU dejó a la Ball en la caja, y la caja sobre la mesa, entonces empezó a sacudirse, y las Balls salieron disparadas y aterrizaron en la mesa, dirigiendo sus miradas a todos lados para encontrar a un país que tuviera las mismas características de ellas.

Las primeras en encontrar a sus compañeros fueron las Balls europeas, cuyos miembros del mismo continente se sorprendieron, y casi al mismo tiempo se enternecieron, en especial cierto italiano.

―¡Oh, que cosita más tierna! ―dijo frotando la Ball contra su mejilla, luego miró al alemán de su derecha― ¿No lo crees, Ale?

―Hmm... Si, eres muy tierno ―dijo mientras Italia se sonrojaba ante tal alago― La mía no usa lentes, supongo que no es miope.

―¡No te preocupes por eso! Lo que me preocupa es si comen, no tienen boca...

Mientras, las Balls Latinas habían encontrado a sus compañeros. Muchos empezaron a jugar con ellas; pero alguien en específico veía la suya con curiosidad, Venezuela.

―Marico, nawebona' esta vaina es el colmo, no hay rial pa' mantener a los carajitos, y viene ONU a decirme que cuide de una pelota extremadamente arrecha, diva, coqueta y fabulosa, coño e' la madre.

―Calm down, Vene [Cálmate, Vene] ―habló Estados Unidos, con su Ball en mano― ¿Recuerdas que estás viviendo temporalmente conmigo?

―Aaaaaahhhh, si es verda', mano, ¿Me le compras la comida a esta bicha? ―señaló a su Ball con la mano― acuérdate de que hombre prevenido vale por dos.

―... Claro.

Los asiáticos recibieron bien a sus Balls, menos Corea del Norte, que no veía razón para cuidar una estúpida pelota.

―Escucha, tú no me agradas, y como eres yo, me imagino que no te caigo bien. NO te voy a cuidar ¿Entiendes?

La Ball sacó de Dios sabrá donde una bomba atómica.

―Olvídalo, te cuidare mejor que Sur.

Su hermano lo escuchó. ¿Oyes eso? Es el corazón del K-poper rompiéndose.

ONU satisfecho con el resultado de las reacciones de los países, dio la orden de que ya podían irse. Hoy fue un buen día.