SUCIEDAD [Shingeki no Kyojin • Riren - Ereri]

07

La reanudación de clases no tuvo contratiempos, todo parecía estar muy normal dentro de la universidad, pero los amigos de Eren sabía que había algo diferente en él, era demasiado obvio.
Levi nunca había hablado de esconder su relación, ni siquiera había dado indicios de quererlo, pero Eren se había montado en un drama increíblemente loco de no decirle a sus amigos, porque no quería que ellos se entrometieran en su relación.

—Eren ¿vas a decirnos por qué estás llevando un anillo de pareja?

La pregunta recibida por una chica rubia, bastante pequeña quien se había parado frente a Eren, que estaba sentado con la mirada perdida, jugueteando con el anillo que descansaba en su dedo anular.

—¿Eh? —Eren miró a su amiga, quien volvió a apuntar al anillo con el que jugueteaba en su mano. —Yo... yo...
—¿Con quién estás saliendo?

Su círculo estaba curioso, emocionado, y en busca de respuestas, porque claro, su amigo nunca había demostrado interés por nadie, siempre era él, su amor por la literatura y buscando problemas por cualquier cosa, sólo había demostrado un interés muy extraño por su profesor de literatura.

—Oye, mocoso, dijiste que íbamos a almorzar juntos, ¿ya no cumples tu promesa?

La presencia de Levi ante el grupo de amigos logró generar sorpresa en el alto, porque si bien no lo había olvidado, no pensaba que Levi viniera directamente a buscarle y eso inmediatamente le tensó.

—¡Levi! —exclamó Eren poniéndose en pie.
—Profesor Ackerman, Eren. —corrigió Armin dándole un ligero codazo, sintiendo lo raro de esa situación y de esa atmósfera.
—¿Vas a venir o no? No tengo todo el día, mocoso. —gruñó Levi mirando con el ceño fruncido al alto, que se veía nervioso.
—Ah, sí... —fue lo único que dijo.

El bajito sacó la zurda de su abrigo y tomó la mano derecha del alto y comenzó a arrastrarlo hacia la cafetería.
Eren escuchó el jadeo de sorpresa de sus amigos, y no era porque Levi lo estuviese arrastrando y le hubiese tomado por la muñeca con la mano descubierta, sus amigos no sabían eso, habían notado el anillo plateado en el anular del docente, igual al que reposaba en su zurda, él los miró suplicante, pidiendo con la mirada que no fueran a hacer un escándalo.

—¿Qué te dije mocoso? Que te importe una mierda la puta gente. —dijo Ackerman enlazando su mano con la del menor.

Y es que Levi había prácticamente hecho un avance enorme, pues ya no dudaba en tocarle la mano, ni siquiera llevaba los guantes, tomaba su mano sin temor, sin dudar y ya ni siquiera sudaba y eso, aunque llenaba de gusto a Eren, le asustaba porque Levi no reparaba en reclamarle si se tardaba o si incumplía algo que había prometido.

—Por lo que vi, tus amigos aún no saben, eres estúpido para todo menos para las cosas relacionadas con la universidad. —rió Levi soltando a Eren cerca a la barra de la cafetería. —¿Quieres algo en específico? Yo invito.
—¿Por qué siempre invitas?
—Porque me da la puta gana, Eren. —escupió molesto haciendo la respectiva fila. —¿Quieres algo o no?
—Udon, me gusta el udon.

Ackerman asintió y le pidió a Eren que fuese a sentarse, quien obedeció sin chistar.
Y es que Levi no era el más cursi y dulce de los novios, solía ser brusco y algo violento al momento de decir las cosas, pero era bastante atento y cuidaba todo lo que su trastorno le permitía y eso, de alguna forma hacía sentir bien a Eren.

—¿Vas a decirnos qué tienes con el profesor Ackerman? —la inoportuna aparición del grupo de amigos del menor molestó notoriamente a Levi.
—¿Acaso los idiotas de tus amigos no entienden el significado de espacio personal? —el mayor estaba molesto, mirando fijamente a Eren que no sabía qué hacer.
—Sólo tenemos dudas, profesor Ackerman, ya que Eren no las resuelve ¿podría usted hacerlo?
—¡Ymir!
—Claro que puedo resolverles la puta duda. —escupió Levi dejando los palillos de lado, mirando a su pareja, el pánico en los ojos verdes de Eren era palpable y la ansiedad de respuesta del grupo mucho más. —Estamos saliendo desde navidad oficialmente ¿felices?
—Pero usted es un profesor y Eren un estudiante. —reprochó Armin sorprendido con la respuesta.
—¿Y? ¿Dónde dice que un profesor y un estudiante que ciertamente es mayor de edad, no pueden salir? —la forma retadora en la que Levi respondía, evidenciaba que no estaba muy contento con la intromisión de esos mocosos.
—Levi... —susurró Eren algo nervioso, pues la visión que tenía de su pareja, furioso, a punto de matar a alguien le asustaba. —Chicos, les contaré luego, si quieren, pero ahora por favor, váyanse.