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__🌿__"Jueves 11 de Marzo: Dejó de regalarme flores."
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No sabía cómo explicarlo, tenía ese nudo en la garganta desdé hace horas, sólo quería llorar y llorar. Realmente no entendía del porqué pero joder, era desesperante sentir esa presión en el pecho.
Tomó el peluche de la cama e inmediatamente corrió hasta su escondite, si lo sé, ya no es un niño de cinco años pero si aún pequeño de corazón puro.
Se desplazo rápido hasta la planta baja y abrió la puerta de aquel lugar con la mayor fuerza que le quedaba, al parecer no quería ceder, reintento de nuevo con sus pequeñas manitas dando todo. El chirrido dio por aviso que lo había logrado.
Ahora mismo le daba igual si estaba oscuro, aunque sus piernas temblando decían lo contrario. Un rinconcito halló para poder desahogar esos silenciosos pero dolorosos sollozos.
Y así pasarón las horas, él pequeño llorando hasta quedarse sin aliento y volver a repetir el mismo procedimiento. Lo más probable es que ya sea tardé y el cielo rosa este puesto ya. Yeosang no quieria abrir los ojos aún, tenía mucho miedo, miedo al oscuro lugar y sobre todo miedo al abrir la puerta y no ver nadie en casa, cada vez el silencio se transformaba en desesperación.Ya no quería estarlo, ni una mascota lo acompaña en esa enorme casa, desconocida para el castaño.
Respiro profundo y sin previo aviso abrió esos agraciados luceros, una respiración más para poder caminar por el pasillo del sótano. A pasos apresurados lo logró y exactamente como lo imaginó, por la ventana podía ver el cielo rosa cada vez era más intenso y eso, sólo eso puedo alegrar un poco su corazón marchito sin embargo no tanto como sus flores verbenas del jardín.
Oh vaya, acaba de recordar que eso fue la razón del dolor de su pecho, no podía revivir sus florecitas y lo hacía sentir pésimo, por no darles toda la dedicación, bien se lo decía su madre; "Esas flores se te morirían, eres muy despistado y olvidarás regarlas". Enserio que las regó todos los días a la misma hora, hasta les cantaba, ¿Qué hizo?, ¿No les dió el amor suficiente?, ¿Si no fuera tan torpe aún sus hermosas florecitas seguirían vivas?
En cuestión de segundos se volvió a sentir pésimo, ya no podía llorar, si aquella mujer lo ve en ese estado le regañara porqué ya no es un bebé, es un chico de dieciséis años.
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