Estoy mirando y estoy oyendo, con la mitad de mi alma en el cielo y con la otra mitad en la tierra. Veo unos preciosos ojos que me miran con ambición, poseídos e impresionados. Al unísono, escucho el golpeteo de nuestros labios estallando en un clamor lisonjero, atrevidos, explorando el deleite más perfecto. Con cada beso, con cada mirada, con cada acercamiento, la expresión de un mundo que es privado, que es oculto y secreto se insinúa en medio de nosotros.
Mientras nuestros besos se vuelven cada vez más impacientes y más vigorosos, voy sintiendo como gradualmente, el peso subyugante de su cuerpo me está venciendo. El automatismo de mi mente me impulsa y me aferro de su camisa con fuerza, después lo rodeo con mis brazos. Y lentamente, y sin ser muy conscientes, su cuerpo se recarga todo sobre mí.
Mis músculos se tensan cuando siento completamente el peso de todo su cuerpo sobre el mío. Con la espalda apoyada sobre la cama y a merced de esos ojos que me miran con una necesidad sugerente, mi corazón late agitadamente. Pienso que desea mis besos, pero eso es solo una pequeña parte de un todo más complejo.
Sus labios osados chocan contra los míos, que indefensos, aunque de forma recíproca, arden en las llamas del deseo. La carga sensual que se respira en el ambiente, nos ha sumergido en un abrupto despertar de los sentidos; y para ese momento, ninguno de los dos es consciente de ello.
Su aliento invade cada rincón de mi cuerpo, los poros de mi piel se dilatan y apenas puedo percatarme de sus palabras que llegan todas a mis oídos como un susurro. Con cada beso, las vibraciones se extienden a lo largo y ancho de mi cuerpo, mientras que mi mente razona a velocidades insospechadas, tratando de asimilar lo que estoy experimentando. Él espera una respuesta a su pregunta, con la mirada ansiosa y temerosa; pero mi garganta no logra emitir ningún sonido, porque mi cuerpo, absorto en toda clase sensaciones desconocidas, ha hecho que a mi mente le falten las palabras y tan solo puedo sonreírle.
Entonces volvemos a unir nuestros labios y yo me sumerjo en el caudal de emociones que invaden mi conciencia. Una conmoción desmesurada irrumpe violentamente en mi mente tras sentir claramente su erección rozando mi entrepierna. Su calor me cubre por completo. Tengo el corazón exaltado y el cuerpo maniatado, inflamado y poseído. Quiero huir de mi misma; pero al deseo le precede un sentimiento, y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón enteramente, su cuerpo tiembla encima de mí, revolviendo las aguas y atormentando mis sentidos.
Siento deseos de acariciarlo, pero somos incapaces de movernos. Un temor Infantil y cobarde manipula nuestros cuerpos embriagados por el deseo, pero incapaces de llegar al intercambio sexual.
De repente y de forma intempestiva todo cambia. Entre respiraciones y jadeos veo labios rompiendo cosas cifradas, empapando lo oscuro. Veo pieles erizadas como gatos rabiosos, lenguas, sangre y medidas de mujer, y un cuerpo de hombre. Veo una cama donde gritan dos cuerpos vírgenes, veo frazadas y un cuerpo penetrado y entregado, golpeando con vehemencia el eje de anatomía sobre la cama. Y entonces hay este sonido: un crujir de carne y huesos, una gran descarga, como una avalancha que súbita y violentamente, se desprende desde nuestras entrañas, ladera abajo.
Entonces abro los ojos de un salto. Mi mente me ha transportado por un fascinante y recóndito sueño que tenía, víctima de la pasión y del deseo que rebosó la incertidumbre de nuestros cuerpos.
Estamos abrazados, tímidos y mudos, insuficientes para comprender que las sensaciones están en la base de los deseos. Nos encontramos expuestos bajo la incontenible codicia de hacer el amor, pero ninguno de los dos se atreve a amar más allá de lo que la barrera de nuestras ropas aprueba.
Estamos viviendo la iniciación de nuestra primera experiencia sexual que mucho más allá de parecer un itinerario prohibido, es algo mágico, porque a nuestra escasa edad, el deseo se ha convertido en el portavoz de nosotros mismos.
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Hola, hola.
Graciassss infinitas a todos por llegar hasta aquí. Los amo con amor virtual. Jaja.
Pues que les cuento, que esto fue todo y que de nuevo muchas gracias por apoyarme con su lectura, sus votos o comentarios, todo ello me anima a siempre dar lo mejor de mi.
Nos leemos. Besos, abrazos y saludillos virtuales.
Acabo de actualizar la portada... ¿Qué opinan?
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LOVE ME
Short StoryEste escrito es un fragmento de un proyecto personal que escribo desde hace años. Es un relato corto y sugerente, que describe muchos de esos sentimientos y sensaciones que se experimentan cuando la química del amor se convierte en un potente cóctel...