Momentos Placenteros

Momentos Placenteros.

Ella fría y yo caliente. Ella tranquila y yo activo en todos los sentidos. Ella estaba enojada conmigo y yo mismo no sabía el porqué, ya que la noche anterior tuvimos una de esas noches en las cuales se encienden velitas y velones aromáticos para encender el momento y así pasarlo de maravilla sin pensar en los problemas. Ella gemía como nunca lo había hecho, prendimos el radio con una música suave mientras yo recorría su piel con mis labios y mi lengua fue el motivo de ella abrir una puerta que nunca había logrado abrir antes en ella.

----Qué pasó? -- Exclamé.
Me siento exitada -- Ella exclamó.
Seguí en mi trabajo de tal forma que me daba cuenta de lo que ella decía sólo con sus gemidos y su forma de comportarse en la cama.

Todo eso pasó la noche anterior y hoy ella está enojada conmigo.

Llegué a su casa y al salir ella a abrir la puerta, entré y ella dio la vuelta para dejar de hablar conmigo.
La agarré suavemente por la cintura y sentí que agarré una guitarra nueva en su estuche y ella se puso nerviosa.

Suéltame y lárgate -- Ella dijo.
No me iré -- Dije yo con voz de tenor y a su oído.
Dime que te pasa? Y mientras le preguntaba eso, estreché sus manos y ella se volteó para quedar de frente a mi y una lágrima rodaba por sus mejillas y tomando mis dedos, lo pasé para secarla, cuando de repente ella me dice,
-- Yo pensaba que me pedirías matrimonio anoche y nunca lo hiciste, por eso estoy así ---
Sonreí, porque no sabía cómo expresar tanta alegría, pero ya yo tenía todo planeado para entregarle el anillo ese día del enojo y al arrodillarme ante ella, algo líquido bajo de ella hasta el piso y quizás los lectores pensarán que fue sudor o lágrimas de alegría, pero no fue así, fue algo más allá de tu imaginación y ese día volvimos a tener otro día, pero no romántico como la noche anterior, si no un momento de pasión y deseos que nos hizo sentir cosas hermosas.

Yo eyaculé en ella y ella sintió los orgasmos que le faltó sentir la noche anterior.

Autor: Luís Lebrón