Momentos Placenteros 5.

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(José, Eva y muerte de la Agente).


Conversación de José, mi amigo y yo.

--José; mi amigo y yo necesitamos un favor tuyo.
--lo que ustedes ordenen jefe. Responde él muy agusto.
--queremos que enamores a Eva y si ella acepta cógela  y no perderás tu empleo.
--jefe, pero es su esposa. José pensó por dentro de él. ¿Será a pruebas que me están poniendo? ¿Jefe usted está seguro? Volvió a preguntar.
--la quiero dejar José, pero no sé cómo. ¿Me ayudarás o no?
--está bien jefe. ¿Algo más que ustedes necesiten de mi?
--hasta ahora es todo, puedes retirarte José.

Lo que estás mirando ahora son las conversaciones que dieron lugar antes de la muerte de Eva.

Conversación de mi amigo y yo parte 2.

--jefe, ¿Cómo piensas hacerlo?
--qué no me llames jefe coño. Respondo yo enojado, mientras tengo un cigarro prendido. Tengo todo planeado amigo mío. Sólo espero el momento.
--sí, ¿Pero cómo? Pregunta él.
--yo me inventé algo y puse a Eva a firmar una carta diciendo que se iba de la casa y usaré esa carta, pero necesitaré que te deshagas de sus cosas, de todas cuando yo te llame diciendo que todo está listo.… ¿Entendido?
--entendido. Esperaré su llamada entonces.

Conversación de Eva y yo.

--mi amor llegaron los papeles de tu carro y tienes que firmarlos ahora para yo llevarlos a la agencia.
--ahh, está bien mi vida, pásalos y los firmo. Deja y los leo. Responde ella.
--ya los leí por ti mi amor, tú sabes que no me gusta que te sofoques cielo mío y ella se lo creyó y firmó todo. Ahí dentro de los papeles estaba la carta que decía:
Mi amor, me voy de la casa, te dejo porque te fui infiel con José el chofer y la vergüenza no me deja ni mirarte a la cara, por tal razón decido marcharme dejándote sólo con todo lo de la casa. Vivo contigo y es como que no estás en casa, aún tú estando, porque hacen meses que no me tocas ni nada, ya no me coges como me gusta.
Te amo, te amé y te seguiré amando por siempre.

Quizás tú como lector te preguntarías: ¿Y si todo fue planeado, porqué él la mató? Y mi respuesta sería la siguiente: el plan era que José enamorara a Eva, pero nunca pensé que ella aceptaría y caería en sus redes. Nunca imaginé que ella me pegaría los cuernos y por tal razón lloré su muerte y lloré más que cuando maté a Magdalena.

Tiempo presente. Momento actual.

Ya Eva fue enterrada en el bosque, cerca del jardín de la casa por mi amigo y yo y entonces él y yo llamamos a María, a Esteban el Mayordomo y a José para explicarles que Eva se marchó de la casa y me dejó porque le dio vergüenza traicionarme y entonces le mostramos la carta a los empleados para que ellos se la muestren a los policías si preguntan. Esa misma noche le dije a María que cuando todos se duerman, que suba para mi habitación. Como a las 12 de la media noche ella sube y yo la estaba esperando sin ropa puesta. Ella estaba asustada por lo que pasó la primera vez que nos cogimos y le dije que todo estaba bien, que no se preocupe y la abracé. Luego que se calmó la besé y empecé a acariciarla. Esta vez ella no tenía pelos en la vagina y ahí me dieron muchas ganas de hacerle sexo oral y la puse en 4. Procedí a pasar mi lengua por todas partes y la sentía gemir como una loca cada vez que la rozaba con mi lengua y mis dedos. Tembló cuando empezó a a caer algo de su vagina y luego me pidió que la coja y en esa misma posición la penetré y mientras más duro le daba, más y más me pedía. Cambiamos de posición y ella se sentó encima de mi y sus movimientos eran tan calientes que yo pensaba que estaba soñando. Me puse encima suyo y ella más pedía. Cuando lo iba a sacar para venirme encima de ella, ella me abrazó y me dijo: - - échamela adentro, porque ya tú no tienes esposa y no tienes hijos. Entonces eyaculé en su vagina y como Magdalena ni Eva, ni la Agente Gómez quedaron embarazadas, pues María la sirvienta sí y pasó de ser sirvienta a ser mi esposa. En el capítulo 6 explico todo sobre ella y el embarazo.
Como no todo era amor y sexo, llegó la Agente a visitarme y me preguntó:
--señor y su esposa?
--tiene una semana que se fue de casa y me dejó una carta como despedida. Respondí yo todo seguro de sí.
--¿Puedo tener su número para hablar con ella? Debo hacerle algunas preguntas extra oficiales.
--claro Agente. El número es 809……….
--señor la estoy llamando y no suena esa línea. ¿Está usted seguro que se fue?
--¿Qué usted insinúa Agente? Pregunto yo todo enfurecido por su sarcasmo.
--que me parece raro que Magdalena tenga meses desaparecida y usted al tiempo mude otra mujer en la misma casa y luego esta se le va repentinamente y le deja todo intacto en la casa.
--porque simplemente yo estoy salado y no fui hecho para ser amado. Yo amo y no me aman. Respondí yo triste y con una lágrima en mis ojos por la tristeza. En lo que la Agente decide darme un abrazo y me dice que todo va a salir bien y luego me pide que no salga de la ciudad por un tiempo en lo que se calma la situación. En ese instante me salió hacerle otra pregunta de las que siempre le hacía.
--y dígame Agente.. ¿Le gusta frio o caliente?
--depende de la ocasión y sonríe, porque ya ella sabe que me gusta prenderla así.
--bueno agente, a mi me gusta el café caliente es. Usted es rara, porque a nadie le gusta el café frío y usted dijo que depende la ocasión y ella del pique me agarró, me besó y se fue.
En mi mente estoy peleando conmigo mismo, porque no sé qué hacer. La Agente se está acercando mucho y tengo que salirme de ella o me van a descubrir los asesinatos.

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