Press F para Fracaso

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   La moral de esta época dice que cada fracaso es solo una piedra en el camino al éxito. No importa cuántas veces hayas intentado y fracasado, al final, el éxito llegará. Si eres pobre, esfuérzate y tendrás dinero, si eres  un don nadie esfuérzate y tendrás reconocimiento. Cada fracaso debe ser tomado como una lección. Se suelen repetir las historias de Abraham Lincoln. Thomas Edison, Henry Ford, Bil Gates o cualquier otro sujeto que hoy en día alabado como si fuese Dios en la tierra.
    ¿Qué pasa cuando te esfuerzas al máximo y no ganas?
    ¿Y si trabajas toda tu vida, dejándote la piel, quebrándote los huesos, sin lograr nada al final?
    Estas preguntas ya tienen respuesta en los millones de desdichados atrapados en una carrera sin final. La carrera hacia ningún lugar, como diría cierto intelectual europeo. Competimos, solo por el hecho de competir, y si ganamos lo ganamos todo gracias al esfuerzo. Pero si perdemos lo perdemos todo…Y el único culpable somos nosotros mismos. ¿Cierto?
    Hay muchos factores que influyen en que un proyecto, idea o situación se lleve a cabo con éxito. Factores individuales, socioculturales, y económicos. Entre tantos factores que afectan nuestra vida ¿Qué grado de responsabilidad real tenemos de nuestros fracasos?
     Ese el asunto: no lo sabemos con exactitud, pero siempre nos volvemos sobre nosotros mismos, a regañarnos, recriminarnos y castigarnos. Suelo hacerlo mucho. Es un mal del que nadie escapa, pero reconozco que no toda la culpa es mía, hay cosas en mi vida que no puedo controlar y afectan mi rendimiento, me hacen más vulnerable, débil e impotente.
    El fracaso es parte de la vida, eso nadie lo puede negar. Como tampoco podemos negar que no nos gusta perder. Como alguien que pierde muy seguido suelo pensar eso para resignarme; así es este juego. Debo esforzarme igual, al menos del esfuerzo podré sacar algo de sentido o valor, aunque sea fútil, endeble, cimentado sobre unos valores e ideas que terminarán haciendo que me quiebre.
    Me gusta pensar que mi mayor victoria es no rendirme, y que aunque pierda, seguiré teniendo valor como ser humano. Pero es difícil recordarlo, porque el fracasar distorsiona lo visión que tenemos de nosotros mismos.
    Quizá mi victoria sea reconocer que no puedo ganar el juego. Espero que eso me dé la voluntad de cambiarlo, pero ¿Cómo? Estoy cansado de buscar soluciones y fracasar en el intento.

Lo que no quiero, eso hago.Where stories live. Discover now