•Drable.
Extensión = 339 palabras.
Advertencia: ninguna.
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-Solo... solo hazlo Jimin...- le costaba respirar. Un hilo tan delgado entre la vida y la muerte lo tenía colgando.
Jimin estaba petrificado. No podía. No quería.
Delante de sus incrédulos orbes centellando en la más cruel de las agonías, preguntándose porque la vida era así de desastrosa y no se apiadaba de él, estaba Jungkook, un ángel caído; un ser que fue corrompido y destinado a morir en manos de su verdugo.
En sus manos.
-Vamos Jimin... me duele precioso- las palabras susurradas y con esfuerzo le partían el alma.
Centro sus aguados ojos en las alas desplumadas de Jeon, pasándose inmediatamente a la herida en su pecho. Dios ¿qué haría?
Lo sabía muy bien.
Pero se enamoró.
Y su destino no cambió.
-No... no puedo Jungkook... no puedo- sollozo entre gruñidos apretando el arco que tenía en su mano derecha.
La caricia en su mejilla izquierda le hizo voltear y encontrarse con la mirada de Jeon. Tan dulce, tan cálida, llena del más casto y puro amor; rota y a la misma vez tranquila. Par de rubíes brillando en un juramento silencio.
-Park, este no es nuestro tiempo- el azabache suspiró dolorosamente- renaceremos, mi amor... nos volveremos a ver... hoy tu eres mi verdugo, mi vida es tuya... y debes tomarla...
Jimin se acercó, bañando las mejillas contrarias con sus lágrimas, toparon sus labios y se fundieron en el ferviente tacto. Dulce y curador de corazones.
-Te amo...-
-Yo también te amo...-
Y con esas últimas palabras, Jimin tomó una de las pocas dagas que le quedaban de mago dorado, suspiró con temblor y la enterró en el antes acelerado corazón del ángel negro.
Un grito desgarrador.
El alma rompiéndose a pedazos estilando sangre.
Y dos cuerpos inertes sobre aquel pedestal.
Mi vida es tuya,
Pero a cambio... quiero tu alma.
Mi alma es tuya,
Pero a cambio... quiero tu corazón.
Mi corazón es tuyo,
Pero a cambio... quiero tu cuerpo.
Yo soy tuyo,
Y a cambio... tú eres mío.
Vida tras vida, cada una es tuya, te pertenece... tómala, mi verdugo.
|F|i|n.
