Cuando llegaron a la casa de Hoseok y Jungkook, el primero subió a empujones a Jimin, quien tenía el corazón a punto de salirse de su pecho y rozando el colapso nervioso.
–Hablaras con mi hermano, le pedirás disculpas y harás que salga de esa habitación– Hoseok susurro eso sobre su oreja, tan peligroso que Jimin tembló ante la advertencia escondida en esas palabras.
Asintió y Hoseok bajo hasta el primer nivel junto a los demás; Park suspiró intranquilo. Hizo su mano puño y golpeó la puerta tres veces.
–Hyung... ya le dije que~– está vez Kookie había abierto, estaba hartó de escuchar los golpes en la madera.
Jimin se sorprendió del estado tan deplorable de su menor; ojos hinchados y rojos, como también lo estaba su nariz, sus labios algo agrietados y secos, pálido, ojeroso y sin ese brillo que tanto lo caracterizaba... y él adoraba ver.
Jungkook jadeo sorprendido y trato de cerrar la puerta, pero Jiminnie lo impidió colocando su pie y haciendo fuerza para entrar.
El castaño retrocedió un poco y el mayor aprovecho a cerrar la puerta con pestillo. Él no se iría de ahí hasta que su menor entendiera todo y volviera a ser el de antes.–¿Qué hace aquí?...– murmuró serio y alejándose lo más que pudo del chico que le había roto el corazón.
–Yo... yo vine a ver... a ver cómo estabas– susurro, desconcertado de la actitud de su menor.
–¡De maravilla!... ahora que lo confirmó ¿podría irse?– se cruzó de brazos y desvió la mirada, reteniendo las lágrimas que querían salir.
–Jungkook yo no...– el suspiró del menor lo interrumpió.
–Jimin hyung... no es necesario que me explique nada... yo no sabía que le desagradaban las flores... solo pensé que sería... bonito– sus dientes presionaron muy fuerte su labio inferior causando que se hiciera una herida– aunque, supongo que mi estúpida confesión hubiera terminado en un "no"... quise intentarlo por última vez, esto ya no tiene que ver con usted, así que puede irse... gracias por visitarme... lo veo el lunes en el instituto– murmuró lo último ya que el nudo en su garganta le impidió seguir hablando.
Dio la vuelta para poder hecharse en su desarreglada cama y deshacerse entre las lágrimas, el dolor y la cobija que le dio su madre antes de fallecer.
Pero la cálida mano de su hyung agarró su muñeca, le hizo voltearse y Minnie lo abrazo por el cuello.–¡Si tengo que explicarte, no puedo dejarte así!... Kook yo... yo no iba a decir que "no" esa tarde– las mejillas de Jimin se encendieron y sintió como un jadeo sorprendido salía de Jungkook.
–¿Qué?–
–Antes de que te explique, déjame decirte que lo siento mucho Jungkook, yo de verdad no quería lastimarte... mi miedo a las flores... tengo fobia hacia ellas y no puedo verlas ni en pintura...– bajo la mirada y Jeon hizo que el mayor lo soltara tomando sus manos con suavidad.
Ambos se sentaron en el suave colchón y ninguno de los dos apartó su mano del contrario.
Se vieron a los ojos y Park suspiró, su corazón se aceleró todavía más.–Yo nunca... nunca había tenido que hablar de esto... espera hasta que termine ¿si?– el castaño simplemente asintió. Su corazón había vuelto a la vida gracias a ese "no iba a decir que no".
»–Tenia doce años cuando paso; iba a junto a mi madre... a ella le gustaban mucho las... flores. Recuerdo que solía compararme con una– sonrió con amargura– una tarde que veníamos de traer un ramo de varios tipos de flores yo le pedí que si las podía llevar, ella me dijo que si... a mí se me cayeron en medio de la carretera porque las espinas de una rosa rompieron el papel que las envolvía y lastimaron mis manos... antes de reaccionar el semáforo cambio y los carros avanzaron... mi madre por recoger las flores fue atropellada... enfrente de mi... los pétalos y su sangre fue lo último que vi... desde ese día odie tanto las flores... ellas me quitaron lo que más amaba en este mundo...– murmuró lo último conteniendo el dolor que tanto albergaba en su pecho.
Jungkook estaba en shock.
Simplemente no podía creer lo que había contado su mayor.
Escuchó un leve sollozo y reaccionó tomándolo entre sus brazos. Llenándole de tanta calidez y cariño que Jimin no aguanto más y lloró.En silencio Kook le brindó todo el apoyo y consuelo que necesitaba; Park se aferró a él, como si su vida dependiera del castaño. Aspirando su aroma y aceptando completamente los sentimientos que tenía hacia su menor.
Las lágrimas pararon unos minutos después. Jimin no soltó a Jungkook y Jungkook no soltó a Jimin.
–Lamento haber arruinado ese día...– se disculpó en un susurro Minnie.
–Shhh... no fue culpa tuya... te quiero– expreso con tanto cariño el castaño que calentó más el corazón de Jimin. Además de sus mejillas.
–Yo también te quiero... ¿escucharé alguna vez tu confesión?– pregunto separándose unos centímetros de él.
–Tal vez...– sonrió de lado y se acercó hasta que beso la frente de su mayor.
Sonrieron.
Las flores le quitaron a alguien.
Y no iba a permitir que le quitarán a alguien más.
Estaba decidido a cambiar su Antrofobia.|F|i|n.