~ • Sᴏᴍʙʀᴀs ᴅᴇʟ Pᴀsᴀᴅᴏ •~

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ᴘʀᴏ́ʟᴏɢᴏ 

Թɓαɳ∂σɳα∂α 

Deje exhalar mi respiración con trabajosa dificultad.

—No puedo verle sufrir de forma tan indecorosa—. Espeto entre lo mas profundo de su inconsciente aferrándose a los soplos de vida entre un episodio entremezclado de frenesí e imponencia, entre tanto se escudriña con su tenue garre de su camastro aferrándose sobre la superficie de aquellos barandales de su camastro, sosteniendo con un gesto tenue la muñeca de piel casi traslucida de su enamorado.

—Tienes la certeza de que retornare por ti... —Moderando sus deseos ímpetus el joven kersantti de cabellos blondos avellanas se rebajo a su altura e impartió un beso húmedo con un gesto casi imperceptible de presión y sutileza sobre su muñeca

Su sonrisa se había extinguido, el brillo atisbas de su melena rojiza se había deteriorado con el correr cruelmente del simple pasar de los años. Ambos amantes no eran desconocedores del golpe de la realidad.

Pero en un impulso de rebeldía contra los dictámenes de la vida misma, la pareja de enamorados se negaba a ceder ante las imposiciones del destino lúgubre y cruel.

Su piel estaba fría y apagada, por el consumir lentamente de su enfermedad. Su pulso cada vez iba más lento...Era cuestión de la ilusión del tiempo para que la menor postrada sobre aquel camastro, dejase de existir para trascender a los misterios del otro mundo.

El joven médico que derrochaba belleza y talentos, era inteligente, increíblemente llamativo y elocuente, una pizca de vivacidad y vida que lo desbordaba de vigorosidad. Un diamante en bruto para sus maestros y su circulo social. Con un futuro deslumbrante, como para permanecer hasta el final de los días de la contraria, atado, como si se tratase de una carga ... A una enferma con los días contados como ella.

—Ethan ... —. Apenas pudo levantar sus orbes para fijar su mirada en el joven frente a ella... Se cruzo con eso ojos azul zafiro que reconocía de memoria, forzó una sonrisa ladina en la curvatura de sus labios, haciendo un gran esfuerzo que apenas logro divisarla perceptible ante los ojos que la admiraban.

Se sepulto en silencio. Desenvolviéndose en el idioma de sus mirabas que solo el castaño cenizo y la pelirroja hablaban...Su juego de miradas intensas y profundas donde lo decían todo y nada, por su desgracia, no duro mucho...

Aunque esta quería, cuando sus primeras palabras amenazaban con abandonar sus labios, se ahogó con la culpa de sus sentimientos reprimidos, dejando caer las barreras de mentiras en las que se había construido para jamás hacerle temer.

Sucumbió a derrumbarse en un mar de lágrimas, deshaciendo de su propia alma las cadenas emocionales con las que cargaba.

—No habrá un nosotros tras mi muerte—. Esas palabras le carcomían. La chica de cabellos borgoña no quería ceder a los deseos de la muerte, no se resignaba a abandonarlo. La sola idea de imaginarse el final de sus días sola sin haber vivido toda una fantasía que había idealizado al lado del hombre de su vida. La aterraba

La vida era cruel, con sus protagonistas y eso le dolía, en carne propia, como no se podían hacer ni media idea.

—Perdóname Ethan —. Tomo la muñeca entre las propias suyas con un gesto tenue para buscar el brillo de sus orbes celestes— Pero tienes que seguir tu vida—. Le mascullo en un susurro lo que desato la ira contenida consigo mismo del contrario

—¡NO! —. Se soltó de su agarre mostrando una faceta irascible. La más joven asustada retrocedió desde el edredón de su camastro llevando sus manos temblorosas sobre su rostro siendo espectadora de la escena que se desenvolvía en su recamara ...Mas precisamente en su tocador de madera de roble y pintura blanca.

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⏰ Última actualización: Jan 07, 2021 ⏰

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Sombras del Pasado. (Re-escribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora