El Mesías

¿Me han descubierto?

Antes de saber qué pasó con el pobre y asustadizo Dylan, daremos una vuelta atrás de lo sucedido, a unos kilómetros de allí. Para ser más precisos en la sala de profesores del Rosall School. 

6 horas antes... 

La señorita Karen Smith, profesora de Wade, se encontraba en su escritorio revisando unos documentos, parecían ser los registros de la escuela. Se notaba mucho su rostro de preocupación, tanto que empezaba a sudar y a murmurar cosas sin sentido. Karen era muy linda y apetecida a pesar de sus cuarenta y tantos, por lo tanto, la mayoría de sus compañeros de trabajo intentaban conquistarla, por lo cual no la dejaban ni un momento sola. 

En el instante en que ella cambiaba de un expediente a otro, se le acercó el profesor de biología, Mathew Cook, uno de los más notables pretendientes de la señorita, quien le dijo muy amablemente: - Karen...  veo que tu indudable hermosura y bella sonrisa están siendo perturbadas por algún tipo de angustia-. Le toca el hombro y se recuesta sobre el escritorio. - ¿Qué te tiene tan preocupada? ¿Estás en tus días? -. Casi al instante, Karen se levantó de la silla, quitó con poderío la mano de Mathew de su hombro y le gritó con fuerza: - ¡Cierra la maldita boca Mathew, mejor ve y molesta a tu madre! -.  El profesor retrocedió ante semejante ataque, tanto que no se dio cuenta de la silla que estaba detrás suyo, a consecuencia de eso, tropezó y cayó sobre su trasero.  Sobando su glúteo izquierdo y un poco confundido remató diciendo: -si... está en sus días, la menopausia puede ser aterradora-. 

Karen tomó los documentos y se dirigió con paso firme hacia la oficina del director. Ya en la misma, cerró la puerta con llave y se sentó enfrente del escritorio directivo. Ryder Johnson, el director encargado de la institución, se levantó de su asiento y se colocó detrás de Karen, puso sus manos sobre los hombros de ella y empezó a masajearlos. La sala se mantenía en silencio, hasta que se vio interrumpido por la voz ronca de aquel hombre: - Bueno Karen, vienes para entregarme esos "informes"-, al mismo tiempo levantaba la ceja, - Lo mejor sería que recibieras un masaje bastante relajante-. Tomó de los brazos a la profesora y la levantó de su asiento, recostándola sobre su pecho. Puso sus manos enfrente de ella a la altura del pecho, sujetó con fuerzas ambos lados de la blusa; haciendo así que se rompieran los botones, sonrío de forma extraña y agregó: -Lo mejor será masajear aquí también-.  Karen reunió fuerzas empujándolo hacia atrás, tomó un poco de aire y le reclamó: -Hoy no vengo por eso, este es un asunto de trabajo... necesito que me deje llevar estos documentos a mi residencia, es que debo investigar el historial médico y familiar de un alumno-.

- ¿Historial? -. Preguntó.

-sí, así es. Es algo importante para mí.

- ¿Entonces no venías por tu estancia en el trabajo?

-Eso... podemos solucionarlo luego... así que déjame ir-.

- ¿Luego? Creo que se le olvida quien está al mando. No puedes darme órdenes. ¿Acaso quieres ser castigada? -.

-No... no señor-. Lloraba asustada.

-Lo siento señorita, es demasiado tarde para arrepentirse.

Ryder sacó del cajón del frente unas cuerdas gruesas, sujetó a la señorita y la amarró en la silla en donde se había postrado antes. Ella gritaba con desespero por ayuda, pero antes de que alguien pudiera socorrerla, el director puso un trozo de tela en su boca que funcionara como mordaza. Se acercó lentamente y retiro la blusa, haciendo así que la profesora empezara a luchar aún más por liberarse. En su abdomen, por gran parte de él, se percibían marcas, no, más bien cicatrices, sí, eso eran; pero su forma circular las hacía parecer heridas de bala, aun así, eran demasiado pequeñas y menos profundas.  El director tomó un compás de su escritorio, miró fijamente a Karen y le dijo: -Sabes que si te despido nadie te contratará, y aun así decides llevarme la contraria. Vaya que tienes agallas, zorra-. De repente pateó la silla, haciendo que cayera sobre el suelo, se colocó sobre la mujer, mientras, al mismo tiempo pasaba el compás de mano a mano.