8. Demente.

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Correr, fue mi única opción en este momento intenso. Y mi mente estaba vacía y en blanco total. Ya no tengo nada que decir al respecto, no tengo nada que decir sobre él y sus desviaciones.

Ahora me localizo en el rincón de una calle que desconozco. A estas horas únicamente me preocupo de que me halle Alan en pleno escondite. Me atemorizó y se me erizó la piel..al escuchar su voz en un tono alto.

-¿Susana..? Sal de ahí, tenemos que hablar..

Me tambaleo de un lado a otro, y un sollozo sale accidentalmente de mi boca.

-Oh..aquí estás. Que alivio..-Suspira, y se acerca. El pánico llega a mí.

-No te acerques...-Me aparto de él, mientras mis ojos se ponen cristalinos por las lágrimas que amenazan en salir.

-Pero..¿qué dices? -Me observa con un gesto de intriga y curiosidad.

-Solo déjame sola, déjame ir. -Digo temorosa. Pretendo salir de ahí, y sabía muy bien que él se iba a interponer tomándome del brazo..sin embargo..mi indignación a su comportamiento llegó a otro nivel que me incitó a darle una bofetada. No pude evitarlo, y por otra parte sentí arrepentimiento tiempo después.

-L-losiento, pero..lo que haces me aterra..y puedo sentir ese temor invasor que me causas, Alan. -Limpio los lagrimones de mi rostro, con la manga de mi polera holgada. -Ya no puedo soportar tus aberraciones..eres demasiado violento..y eso estaba más que notable cuando lo golpeaste fríamente a ese pobre joven sin culpa alguna. -Te desprecio..

Forcejeo, para que me soltase.

-Lo hago por ti, Susana. ¿No lo entiendes verdad? -Mueve su cabeza, haciendo una negación. -Tú no entiendes mis sentimientos, ya  comprendo lo que te sucede. Lo que me enfada mucho..es que no mereces el dolor ese que recibes. -Se rasca la cabeza irritado. -Lo peor es que me guardas rencor, mientras yo trato que seas lo suficientemente feliz. -Ríe sarcásticamente. -Pero ahora fíjate de esta cruel realidad, lamentable no?. -De repente, el cambia a un gesto amargo y frío.

-Estás..actuando de manera egoísta y ma-Interrumpe él.

-Aún no he terminado de aclararte las cosas, nena. -Me mira algo molesto, lo que me obliga a silenciarme.

-No sé si fue notorio el amor que te tenía...es más tu limpia inocencia me hiso amarte más. Para serte más claro, te amo Susana. Y lo que hago..es librarte de los malos,  ocasionantes de tu sufrimiento. Si llegas a presenciar algo fuera de límites, es por tu protección. Entiéndelo. -Resalta el último término, con un alto tono de voz..estaba enfadado..y me estremecí inmediatamente.

-¿Lo entiendes? Dime, si o no..y listo. -Fija sus ojos abiertamente a los míos.

Niego con la cabeza, y mis lágrimas volvieron a salir con más fuerza..estaba completamente devastada que empezé a llorar de forma descontrolada.

-¿Por qué lloras? ¿Acaso, te herí con mis palabras? -Respira profundo, como si fuera su única alternativa. -No me queda de otra.

¿A qué se refiere?

Rodea su brazo fuerte, en medio de mi cuello. Me comenzé a agitar y desesperar.

-No me hagas daño..por favor Alan..¿Que haces..? -Expreso, casi gritando por ayuda..

-Silencio, linda..alguien nos puede escuchar. -Posa su manos sobre mis labios, siendo yo inaudible del todo.

De pronto, él procede a apretar su brazo contra mi cuello, cortándome más la respiración. Intento quitar con mis propias manos lo que me impide respirar..y al mismo tiempo toso sin parar.

-Mantén la calma.. si te resistes el dolor será más largo y eso no es lo que buscamos, mi pequeña.

Mi vista está volviéndose borrosa y desenfocada..hasta volverse totalmente negro el ambiente.

-Así entenderás, princesa.-Fue lo último que escuché, por parte de él.

                           [...]

Mi vista volvió a la estabilidad, y me encuentro en una habitación sofocante, no tenía ventanas para que de lugar al Sol.

-¡Sácame de aquí, Alan!.-Espeté, con el corazón palpitante lleno de desesperación, luego mis ojos estuvieron envocados por lágrimas.De un momento a otro, por el agotamiento en mi cuerpo tuve que arrodillarme en el piso. La puerta se abre rasposamente.

-¿Qué haces en el piso?. -Levanto mi cabeza, y estaba él allí. Cuando sentí su presencia más cerca,  mi poca audacia que me quedaba ya estaba perdida. Sin embargo, la angustia que cargaba me hiso tomarle del brazo y rogarle.

-Sácame de este lugar, y los dos seremos felices..-Dije cabizbaja, con la cabeza agachada.-Pero..tan solo..quiero salir de aquí. -Solamente una sonrisa se formo en sus labios, y coloca sus manos sobre mi rostro.

-¿Acaso no lo somos ahora? Es una pena que no sintieras lo mismo que yo. La verdad, este es un buen lugar para convivir solo nosotros dos. ¿Cierto?. -Algo en mí decía que tenía que responder. Pero terminé callando.

-Esta vez no abres la boca. -Suspira sin más.

El silencio sobresaltó en el lugar, y opté por agachar la cabeza sin poder hacer ninguna otra cosa que caer en las garras del lobo.

-Bien, mejor comamos.-Niego.

-No tengo apetito.-Dije en casi susurro cuando el volteó para traerme la bandeja.

-¿Acabas de decir algo?-Se gira y coloca su siniestra mirada a mi persona.

-Que..está bien..-Traté de improvisar.

-Eso no fue lo que dijiste, Susana.-Coloca su cabeza hacia atrás y mira el techo con una indefinible expresión, esperando una respuesta.

-No tengo apetito..Alan.-Posiciono mi cabeza en la parte de mis rodillas.

-De todos modos, comerás. -Simplemente expresó aquello, y trae la bandeja rápidamente hacia mi dirección.

-Como lo puedes notar a simple vista, solamente es pasta con albondingas. Aquí tienes.-Ubica la bandeja a céntimetros de mis pies.Come.-Suspira y no tuve otra opción que agarrar la cuchara para llevar algo a mi estómago. Cabe resaltar que sigo inquieta a su lado.

-¿Te gusta?-Me mira atentamente.

Asiento con lentitud.

-Tal como lo imaginaba.-Sonríe de perfil.

-Puedo...-Por un segundo pensé que sería buena idea guardar mis palabras. 

-Eres libre de expresar lo que te plazca.-Toma un sorbo de la gaseosa que estaba de su costado.

-Puedo salir a tomar aire..solo..quiero sentir la brisa del viento..-Lo miro fijamente, pero esta vez con inestabilidad..mi voz estaba partida por el llanto que solté la última vez.

-Dudo mucho que solo vayas a tomar aire. ¿Harás algo más verdad pequeña? ¿Mmh?.-Ríe bajito.-Sé muy bien todas tus intenciones.

Hola, perdonen la tardanza..y ya sabrán la causa. La imaginación aveces se queda escasa. 

Gracias por leer.




Identidad desconocida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora