Sebastini, la Historia Real

Confirmación ♡

Sebastián

Me sentía tan a gusto en casa de Tini que parecía que ya hubiese compartido toda una vida con ellos.
Después de llegar y de atravesar por ese  revuelo al ver nuestras fotos esparcidas por todos lados nos tomamos el día entero para descansar.
La habitación de Martina eran tan grande y linda como el resto de la casa. Por supuesto me instale ahí luego de pasar una gran pena cuando Alejandro me hizo creer que habían preparado un cuarto solo pa mí.
Nos la pasábamos tumbados jugando con sus perritas. Olga habia tenido hijitas y eran tan bebés y bonitas que no podíamos dejarlas tranquilas.
Al día siguiente tocaba jugar ese partido al que me había invitado Fran y después del almuerzo partimos hacia donde era.
Llegamos con Mariana y mi novia. Sí ! Ni yo me lo creía, pero estaba pasando los días junto a mi novia y su familia, y parce, de verdad que no podía ser más feliz.
De pronto ya estaba cambiado, vistiendo los colores de Cumbancha FC. Así se llamaba el equipo, y listo para demostrar mis dotes futbolísticos. Todos me recibieron muy bien y quedaron sorprendidos al verme jugar.
Cuando por fin terminamos nos quedamos disfrutando la tarde, obligado tuve que tomar mate y comer facturas, Martina se había encargado de llevar todo y armamos una especie de pic nic donde la pasamos súper bien. No faltaron algunas fotos para retratar esos momentos con gente que se acercaba a saludar y pues claro, accedimos sin problema. El clima era bien amistoso y de verdad me hicieron sentir muy a gusto.
Cuando cayó el sol y llego el momento de regresar a la casa mi suegra nos sorprendió diciendo que tenía preparada una cena especial. Habia contratado a una chef especializada en asados y con lo que a mi me gusta la carne Argentina no pude disimular la ilusión. 
Por suerte estaba descansado del día anterior. Por qué después de eso Tini ya tenía planes pa irnos de rumba con sus amigas y también me parecía un súper plan. Con ella todo era divertido, no había manera de pasarla mal.

El lugar de la fiesta ya lo conocía. Había estado allí en algunas oportunidades, pero la que más recuerdo y siempre voy a recordar es la noche después de mi primer Luna Park. Después de que Tinita me dijera que había llegado el momento de parar con lo que veníamos haciendo, eso de estar un día si y al otro no por que nos íbamos a terminar lastimando, tome el coraje que me hacía falta y le dije que yo no quería perderla. Ya esa noche me sentí diferente y jamás la borrare de mi mente, porque ahí dimos rienda suelta a lo que nos pasaba sin importar las miradas de nadie.
Y estabamos de nuevo ahí, en ese mismo lugar compartiendo la rumba entre tragos, amigos y música. No nos despegamos ni un segundo, además de estar algo colocados por la bebida, se me hacía imposible soltarla. Estaba hermosa como siempre y su forma de bailar bien pegada a mí me volvía loco.

Al día siguiente nos levantamos algo tarde, fue un día agitado y la noche aún más. Y aunque fue difícil salir de la cama, tocaba hacerlo por que Martina tenía que asistir a una entrega de premios muy importante. Ya saben cómo es eso, todo el día arreglandose y probando peinados, maquillaje y demás cosas para verse bonita. Aún más de lo que era.
Por suerte estaba Fran pa hacerme compañía y nos fuimos a dar unas vueltas.
Al regresar me llevé una bonita sorpresa, además de los bebés de Olga, había un bebé humano jajaja y lo estaba cargando Tinita. Poco entendí la situación además de que mi mente voló por unos segundos ante una imágen tan perfecta. Luego nos presentaron y resultó ser el hijito de quien trabaja en la casa de mi nueva familia.
Amo a los niños así que no pude evitar entretenerme también con él.
Y como si fuésemos pocos al rato llegó Loli, una fotógrafa amiga y de repente éramos miles. Como bien me gusta a mí. Siempre estar rodeado de gente. Así es mi familia también, y mejor no podía estar.
Ella venia para tomarle fotos a Martina antes y durante esos premios y obvio no perdió oportunidad para retratarnos a los dos.
Mientras tomábamos mates y Tini estaba encima mío ella preparaba la cámara y de repente apunto. Luego las vimos y estaban bien bacanas y divertidas.
Al momento de irse salí a despedir a mi niña y nos tomó algunas más.