Cold and hot. [Todoroki Enji x OC]

¿Un trato?

El Todoroki menor entró a la oficina interrumpiendo la risa de su compañera de clases, quien se puso seria al mirarlo.

-¿Qué hace ella aquí?- Mencionó enojado sin apartar la vista de la chica.- Dios, no me digas que es en serio que te la estás cogiendo.

El sirviente, quien aún se encontraba en la puerta, soltó un pequeño ruido de impresión que hizo que Shoto se girara a verle y luego a su padre.

-Ay, no es cierto. Es por eso que ella se encuentra sentada en tu escritorio, ¿No?- Miró a la chica aun enfadado.- ¿Le estabas abriendo las piernas?

-Ya fue suficiente. Por favor, retírate.- El mayordomo comprendió que el señor Todoroki se dirigía a él y abandonó la oficina. Cuando por fin estuvieron sólo los tres, Enji le dedicó una mirada cargada de sentimientos negativos a Shoto, estremeciéndose.- ¿Acaso crees que no sé qué has molestado a Misaki, que le has hecho bullyng y que hoy tu cobarde amigo la atacó de una manera tan salvaje que tuve que intervenir?

Toda la oficina se quedó en un completo silencio.

-¿Y a ti qué te importa? Intentas quedar como el bueno cuando siempre has sido una pésima persona, frío, seco y con problemas de control de ira, ¿Y de repente la conoces a ella y te comportas mejor que el papa?- El bicolor comenzó a caminar hacia su padre, amenazante.- No creas que no sé por qué haces esto... ¡Hey, Misaki!- La aludida miró al chico con una ceja levantada, esperando escuchar lo que tenía que decir.- ¿Le dijiste que eres virgen?

-Si, ¿Pero eso qué tiene que ver?- Tanto Misaki como Enji miraban confundidos al Todoroki más joven.

-Ja, me lo imaginaba.- Comenzó a dirigirse hacía la puerta, con pasos triunfantes.- Eres mi padre, soy como tú y sé que lo único que deseas es quitarle la virginidad. 

Shoto salió de la oficina dejando a Misaki y a Enji completamente solos, sumidos en un silencio incómodo. La joven se puso de pie y comenzó a caminar hacía la puerta, estaba algo confundida y su consciencia había vuelto a ella, causándole algo de vergüenza lo que había pasado anteriormente. 

-Misaki.- El hombre la llamó.- Lo que dice Shoto no es real, me parece que la virginidad sólo es un constructo social y eso no define en nada tu valor o el como te veo yo.

La joven lo miró con una mirada fría, típica de ella.- ¿Y cómo me mira?

Enji se quedó en silencio, no estaba preparado para una pregunta como respuesta. El cómo la miraba era un completo misterio hasta para él, contando esta sólo la había visto tres veces y aunque la había llevado a casa no sabía casi nada de ella, pero aun así sentía un inmenso deseo por protegerla y conocer cada detalle de su vida.

-Yo...- El hombre se quedó en silencio, pensando en las palabras adecuadas para describir las emociones que comenzaban a florecer dentro de él. Jamás había sido bueno expresando sus sentimientos pues casi todos lo miraban como el hombre de negocios serio y repleto de frialdad.

Escuchó un suspiro por parte de la joven y la vio comenzar nuevamente a caminar hacia la puerta.

-Estoy avergonzada por lo que sucedió, señor Todoroki.- Su voz parecía a punto de quebrarse.- Pero no volverá a suceder.

Enji quiso detener a la joven, pero se detuvo, pensando que quizá era mejor dejarla ir por el momento.

🌸

-Esto es una puta mierda, Ochaco.- Misaki mordía con rabia el popote de su malteada de vainilla.- No puede ser que los hombres nos vean como simples objetos.

Después de curar sus heridas ella misma, llamó a su mejor amiga para compartirle cada detalle de lo que había ocurrido mientras comían una hamburguesa en McDonald's.

-Entonces, ¿Te gusta su papá?- Fue la única pregunta que rondaba su cabeza, pues no era muy común para ella observar así de enfadada a su amiga que usualmente era bastante fría.

-No lo sé, Ochaco.- Misaki suspiró y se talló la cara con fuerza.- Nunca me ha gustado nadie, no puedo saber realmente que se siente.

-Pues cuando yo veo a Katsuki-kun.- Ochaco alcanzó a ver como su amiga rodaba los ojos. Si, lo se, lo sé. Como te decía, cuando yo lo veo siento que mi corazón empieza a palpitar fuerte y me inunda una extraña sensación de emoción que me hace querer gritar y correr a abrazarlo.