II NOT FUCKBOYS

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Mi mente rápidamente se vio atiborrado en imágenes fugaces de mis ex novios, claro, porque debes recordar siempre a aquél chico de preescolar que te hizo un anillo de pasto y se casaron detrás de un pino en el patio, pero en mi caso, no son del todo de mi recuerdo. De hecho, no recuerdo a la gran mayoría de sujetos con los que alguna vez tuve algo, quizás por la misma falta de seriedad que implicaban esas relaciones.

Es sumamente difícil que yo ceda a tener una relación seria con alguien, principalmente porque mis propios miedos e inseguridades me impiden querer tener a alguien demasiado cerca, inevitablemente, les haré daño. Pero si ha habido sujetos que lo lograron. Los denominaremos ''El matemático'', ''El viajero'' y mi actual novio.

Conocí al matemático por un golpe de suerte en la escalera del instituto. Él era dos años mayor que yo (es decir, ya se graduó). En inicio, el matemático no era mi estilo físicamente, pero si tenía un sentido del humor bastante bonito. Recuerdo que le di mi numero de teléfono sólo por eso: el mero hecho de hacerme reir.

El matemático me hablaba todas las noches, siempre con un mensaje bastante dulce de por medio e incluso, ideas de regalos. La verdad, era bastante amoroso, pero yo no estaba en búsqueda de nada más que de un perreo intenso de una noche y a dormir, a veces me sentía mala persona siguiéndole el juego. Un sábado, estábamos hablando sobre las relaciones y el me pidió una oportunidad, a lo que yo le dije que no. Fue entonces cuando sus ojitos imploraron una sola vez de demostrarme que él podía quererme y amarme como nadie nunca lo habia hecho. Nunca supe que me motivó, pero acepté sabiendo que no lo quería. Con el tiempo, él comenzó a hacerme mis deberes de matemáticas sin ningún problema, e incluso, los exáemenes. Cada vez que entraba a examen de matemáticas, me las ingeniaba para sacar mi móvil y tomarle fotografías a todas las preguntas. Una vez él las tenia lista me mandaba las respuestas y zas, resuelto.

¿Recuerdan que alguien comentó que soy la mejor de mi clase?, vale, quizás los métodos no son los justos, pero no apuntaba a eso. Una vez en los exámenes que me hizo él no fue tan bien, había aprobado pero con una nota bastante deficiente, y eso causó un berrinche de mi parte odioso e insoportable. Ese fue el inicio y el fin de la relación. Pero, para que no crean que sólo yo fui las penas del infierno en esta relación, él me engañó con dos chicas y me enteré el día que me dejó, agregando que sólo estuvo conmigo por pena.

Al viajero lo conocí por las mismas fechas. Nuestro tema de conversación eran los libros. Él era tres años mayor que yo, así que estaba cursando sus últimos años de instituto. Sus intereses eran más bien diversos o dispersos, al igual que él. Su característica más importante era la de dejarme ser, siempre lo atribuí a su madurez, ahora creo que era meramente falta de interés. Él fisicamente si que era de mi estilo, alto, rubio, y sonrisa de anuncio de pasta dentral. Era básicamente el fenotipo perfecto para planear hijos en estas apps actuales, pero realmente esa relación nunca tuvo un futuro. Hablabámos 1 vez a la semana, a veces más, a veces menos, pero eso era el promedio. Eran conversaciones largas y tendidas, pero bastante esporádicas. Cuando me contó que se iría a vivir a Suecia, sentí que mi corazón iba a estallar en pedacitos, pero luego me di cuenta que... en realidad nunca me dolió, ni siquiera me molestaba pensar que él estuviera con alguien más, pero por mera costumbre, mantuvimos ''algo por escritos''. Supongo que era el cariño, sé que nunca lo amé, pero era detallista, le gustaba regalarme cosas aunque hablaramos poco.

A mi novio actual ya lo describí. Físicamente tampoco era mi estilo, de hecho, es bastante promedio, pero su actitud era enigmática, y eso fue lo que me atrajo en primera instancia. Eso y la dificultad. Siempre supe que se hablaba aún con su ex, y que además de negarme le pedía volver, y yo mientras, siempre hacia escándalo por ello. Luego él venía, me pedía perdón, volvíamos y así el ciclo seguía. La única vez que se rompió el ciclo fue cuando conoció a una chica un año mayor, Eva.

Ni tan perra, ni tan enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora