- capitulo seis

1.4K 146 23
                                    


Al ingresar en su cuarto lo primero que hizo fue dejar las bolsas en una esquina, su mochila en la silla del escritorio y el cuerpo de Izuku en su cama, se sentó en el suelo y respiró hondo.

Podía escuchar las voces de sus compañeros al otro lado, podrían haber pasado unos diez minutos en los que no se movió. Suspiró y empezó a sacar las cosas que trajo, dejando estas sobre la mesa, entre ellas; ingredientes para una sopa, máscaras bucales –colocándose una de paso–, paños, algunos antibióticos, pastillas, bebidas energéticas y un termómetro.

Al darse cuenta que olvidó traer agua fría en un recipiente, de mala gana bajó a la cocina, también, llevó a la habitación algo de la comida de esa noche.

Remojó los paños en el líquido mientras desenvolvía el cuerpo de Midoriya y lo volvía a tapar pero con un edredón hasta la cintura. Después puso las compresas en el torso, pecho, hombros y frente contraria. Tomó el termómetro y lo colocó entre los labios del peliverde. Esperó un rato parecido a una eternidad mientras se cuestionaba qué rayos iba a hacer si Deku despertaba y lo veía a él, y además estando ambos en una habitación, solos. Era tan descabellado de imaginar que sólo pensarlo le hacía doler la cabeza.

Entre divagaciones y lamentos internos, el termómetro sonó, indicando el término de su función. Katsuki revisó y se alivió de que hubiera bajado unos dígitos, en comparación a antes, estaba mucho mejor y no dudaba que mejoraría pronto.

Con eso en mente, sacó de las bolsas la cena que se encontraba en unas charolas, esperando que no supiera tan frío e insípido como se veía el contenido.

Bakugou, lo que menos creyó fue que Izuku fuera a empeorar en la noche, pasada las diez. Como una regla no escrita, desde allí los enfermos era cuanto más vulnerables se volvían.

Sucedió cuando el de cabello cenizo ya estaba preparado para dormir en una colchoneta al lado de la cama, justo antes de cerrar los ojos y caer en la inconsciencia, oyó unos murmullos de parte del pecoso. Al principio lo ignoró, pero cada vez se volvía más tedioso oírlo decir incoherencias.

Harto y resignado a no poder descansar debidamente, se arrodilló junto al peliverde y lo vio bajo la luz de la luna que se escabullia por las cortinas del balcón. El de orbes rubíes lo contempló con el semblante imperturbable, en tanto Izuku hacía muecas de incomodidad, quizás por los espasmos de escalofríos producto de la fiebre que volvió a subir.

Katsuki hizo el mismo procedimiento de ante con los paños y recostó su cabeza entre sus brazos sobre la cama. Con una mano acercó su dedo a la nariz del menor para comprobar que respiraba al verlo tan tranquilo de repente. Después de confirmar que era así, quitó su mano pero fue detenido por un agarre de Midoriya en su muñeca. Lo sujetó con fuerza pero sin lastimarlo, probableme siendo agresivo por la sorpresa de despertar de sopetón.

Katsuki frunció el ceño, a punto de zafar su brazo con brusquedad, soltar un improperio y devolverse a su colchón para evitar el interrogario de Izuku. Pero este último fue más rápido.

—¿Kacchan? ¿qué haces? ¿dónde estoy? ¿y los demás? ¿es esta tu habitación? ¿por qué tengo puesta tu playera–

A Katsuki no le gusta que lo cuestionen, y mucho menos Deku, pues siente que este podría sacarle toda la verdad en solo cuestión de tiempo. Los nervios afloraron en su interior y un Bakugou intranquilo y ansioso implica una reacción involuntaria, como lo es una acción física o en palabras.

—Eres jodidamente hermoso.— declaró, y el silencio reinó por unos instantes, en los que ambos se colorearon de un tono carmín, con los ojos pegados en el otro—No me molestes.

El rubio cenizo se soltó del agarre en cuanto lo sintió flojo, y giró rápidamente para acostarse en el futon, fingiendo dormir de espaldas mientras escuchaba sus latidos desbocados y la errática y apenas perceptible respiración del menor.

El rubio cenizo se soltó del agarre en cuanto lo sintió flojo, y giró rápidamente para acostarse en el futon, fingiendo dormir de espaldas mientras escuchaba sus latidos desbocados y la errática y apenas perceptible respiración del menor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 19, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

JODIDA GRIPE || KATSUDEKU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora