Capítulo 3-La realidad

85 24 79
                                    

3 meses después...

Me despierto con un terrible dolor de cabeza. Me cuesta abrir los ojos horrores, pero cuando por fin lo consigo una luz cegadora me impide ver dónde me encuentro.

Cuando por fin lo consigo veo a mi alrededor. Estoy en una cama y veo a mi madre durmiendo en una de las butacas. ¡No puede ser el accidente viene a mi mente y empiezo a respirar con dificultad! Mi madre nota mi malestar y despierta de golpe incorporándose del sofá para venir junto de mí, para ver cómo me encuentro.

-¿Que ha pasado?¿Dónde está Greg?-digo en un susurro, debido a que tengo la garganta seca de no haber ingerido liquido alguno.

Mi madre cambia el semblante y enseguida pone una cara seria.

-No te preocupes ahora por eso. Lo importante es que has despertado-grita mi madre contenta y fuera de sí.

Yo no me quedo convencida con su contestación pero decido quedarme quieta para que mi madre me abrace. Al intentar mover una de mis piernas entro en pánico al no conseguirlo.

-¿Qué es lo que me pasa en las piernas? ¿Por qué no las puedo mover?-digo llorando histérica.

Mi madre decide llamar rápidamente al médico y se mantiene en un absoluto silencio, porque no quiere decirme lo que pasa, pese a que por su cara de terror deduzco que sabe que es lo que me ocurre.

-¡Mamá, dime la verdad!-grito fuera de sí llorando desconsolada.

A los pocos minutos un doctor y una enfermera hacen acto de presencia en mi habitación y empiezan a aoscultarme para ver si estoy bien.

No aguanto más la espera por saber en realidad lo que me pasa y decido encarar al doctor para que me cuente todo lo sucedido.

-Doctor, exijo que me diga la verdad.¿Que ha pasado con mis piernas?¿Dónde está mi novio Greg?-grito nerviosa.

-Primero de todo has de serenarte. Vienes de estar mucho tiempo en coma profundo y no debes alterarte de esta manera. Ha sido un milagro porque no sabíamos si volverías a despertarte. Sé que lo que te voy a decir es muy doloroso, pero tienes a todos los médicos que necesites a tu entera disposición y lo mejor es que lo afrontes cuanto antes-Se sienta en la cama mientras en un acto nervioso manosea su pelo-Greg ha fallecido en el accidente. La autopsia ha desvelado que ha muerto en el acto, por lo que no pudimos hacer nada por su vida-dice lamentándose haciendo una pausa para que lo asimile.

-¡No!, No puede ser. Tiene que ser una broma. ¡Greg no puede estar muerto!¡Quiero verlo!¿Dónde está? Necesito estar con él-digo desolada mientras lágrimas golpean mis mejillas.

El doctor viene hacia mí, tendrá la edad de mi padre por lo que me trasmite un trato fraternal. Aunque con él hace años que no me hablo por lo que le ha hecho a mi madre.

-No va ser posible. El señor Lucas, ya está enterrado en el panteón familiar. Ha sido enterrado días después en una ceremonia íntima, ya que no le quedaban familiares vivos y apenas ha asistido gente. Tu madre ha contactado con sus amigos más cercanos y esos son las pocas personas que han asistido. Yo he ido también porque me ha parecido correcto después de que se haya ido un chico tan joven y lleno de vida como decían que era-suelta pesaroso por mi reacción.

-¿Pero cuánto tiempo llevo en coma?-digo gritando como una loca.

-Tres meses y déjame decirte que mirando cómo ha quedado el coche has tenido mucha suerte de seguir viva-suelta mi madre llorando.

Millones de sucesos vienen a mi mente, cuando Greg y yo nos conocimos y en la etapa que éramos felices. Y empiezo a llorar de nuevo intentando asimilar que nunca más volveré a verlo. Él ha sido mi pareja durante tanto tiempo y ha sido el que mejor me conocía, aunque últimamente estábamos un poco distanciados, pero tenía esperanza de poder arreglarlo.

Una oportunidad para vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora