¿Alguna vez te han acosado en una fiesta?
¿Como te sentiste cuando te gritaron por la calle?
¿Sabes lo que es mover la cadera hacia delante cada vez que pasa para que no te toque el culo?
¿También te llamaron exagerada?
Como pudiste romperme así,
hacerme sentir débil, vulnerable,
impotente, insignificante,
un trozo de carne que no tiene voz ni voto.
¿Por qué tenías que ser tú y no un desconocido?
Uno al que hubiera podido denunciar,
contarlo,
no seguir con la boca cosida,
saber que mi familia me creería,
no partirla en dos.
Nunca te disculpaste,
no tenías pensado parar,
supongo que nunca te arrepentiste.
Pensé que lo había superado,
que ese dolor ya no estaba.
Pero ahora recuerdo que cada vez que te veía esos recuerdos seguían ahí,
atormentándome,
esa rabia.
Ahora nunca se hará justicia,
¿de qué serviría hablar ahora si solo dañaría a las personas que quiero?
Mejor callaré,
pero mi corazón quiere gritar,
quiere desahogarse,
quiere poder sacar toda esa mierda con alguien,
liberarse.
Porque eso es lo que he hecho,
me he liberado,
ya nunca volverás a intimidarme,
a acosarme.
Supongo que el karma existe,
tú mataste mi inocencia
y ahora el muerto eres tú.
