teacher's pet - markhyuck

01

Hacía como unas dos semanas en las que Jaemin y tú ni os mirabais a la cara, y la verdad eso era algo más que alegría para mí.

Nos encontrábamos en una prueba, pero mi cabeza sólo podía estar centrada en ese tema. Renjun, mi compañero y mejor amigo, también estaba más que interesado en saber qué mierda pasó con esos dos. ¿Acaso Jeno, el novio de Jaemin, se dio cuenta?, ¿O tal vez la mujer de Mark? Eran tantas preguntas.

Creo que, llegó un momento en el que nuestros murmullos eran lo único que resonaba en el aula. Y Renjun y yo estábamos tan concentrados en nuestra conversación que ni siquiera fuimos conscientes de que Mark estaba dando vueltas para ver qué tal llevábamos la prueba.

Dio un fuerte golpe en mi mesa el cual nos sobresaltó tanto a Renjun, el cual volvió a girarse para continuar con su trabajo, como a mí. Miré mi prueba y volví a mirar a Mark con algo de miedo.

Pero el sentimiento fue algo diferente.

Nuestras miradas chocaron de una forma increíble. Era como si nos fuésemos a comer el uno al otro en cualquier instante.

Nos quedamos mirando durante unos segundos hasta que una sonrisa ladina se dibujó lentamente en mi rostro. Mark me miró con una expresión tranquila y me dedicó de vuelta una sonrisa.

Pero no, no era una sonrisa tierna o alegre.

Era una sonrisa algo rara. Era como las sonrisas que le dedicaba a Jaemin al principio.

Pero de una forma totalmente diferente.
De una forma que parecía única y especialmente hecha para mí.

Observé cómo Mark volvía a su escritorio, sentándose algo inclinado en esa silla tan cómoda que todos los malditos profesores tenían, a la vez que cruzaba sus piernas para acomodarse. Comenzó a dar suaves golpecitos con sus dedos sobre la mesa mientras con su mano libre sostenía su mentón.

Y me volvió a mirar de aquella forma.

Sentí cómo un escalofrío recorría mi espalda de arriba abajó y cómo mis piernas temblaban levemente. Tragué un poco y volví a mi prueba algo nervioso.

Oh mi querido Mark. ¿Querías guerra? Pues eso iba a darte.

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Llegó un momento en el que ya todos estaban comenzando a entregar sus pruebas a la vez que Mark las corregía y así obtener su nota rápidamente. Tenía unas cuantas sobre la mesa así que esperé a que corrigiese las que fuesen y ya entregar la mía.

Cuando después de un rato ya vi su pupitre algo más despejado me levanté y tranquilamente dejé el folio sobre este, volviendo a mi sitio con total tranquilidad.

Para cuando volví a sentarme y mirar a Mark, este ya había comenzado a corregirlo. Así que lo miré algo ansioso.

Estaba corrigiendo de forma tranquila aunque algo rápido, ya que aún tenía demasiado trabajo por detrás. Desde mi sitio pude ver cómo tachaba alguna que otra cosa. Pero al girar la hoja, algo en él cambió.

Sus ojos se fueron directamente a una frase. En especial la que escribí en grande al final del papel.

" Si paso este examen, ¿me harás un hijo? "

Aclaró su garganta y volvió a dirigir sus ojos a mí. Yo en cambio ya llevaba mirándole desde que me senté, pero al chocar nuestras miradas de nuevo, mi mirada se notaba algo más... penetrante.

Y es que no sabes las ganas que te tenía.

Sonrió ladinamente y, sin terminar de corregir las preguntas que quedaban, volvió a girar la prueba.

Y entonces vi cómo un diez era escrito en el casillero dónde debía poner mi nota.

Y en ese momento me di cuenta.

En ese puto momento supe que aquí comenzaría mi perdición.

Nuestra perdición, Markie.