MIEDO

1.1K 108 57
                                    


El siguiente mes fue el más dulce y el más amargo de la vida de Tae.

Ya todos sabían que ellos estaban juntos, su familia, amigos y el personal del hospital.

Iba cada día a ver a su novio, y podía estar a su lado, besarlo, sostenerlo y abrazarlo. Se habían vuelto expertos en compartir la cama de Jimin evitando los cables y sondas. Solía recostarse en su cama y abrazarlo hasta que se dormía.

Estar con él era lo que siempre había querido, no importaban las circunstancias.

Casi toda su familia había visitado a Jimin, excepto su padre. Los fines de semana la habitación de su novio parecía una reunión familiar Kim, iban primos y tíos que se sumaban a los amigos de su novio.

La visita que más los conmovió fue la de su abuela, quien viajó desde la costa. Ver a su octogenaria abuela sostener la mano de su novio y darle su bendición fue lo más maravilloso del mundo.

La parte amarga era que cada día ansiaba más llevarse a Jimin de ese maldito hospital. Tae solo podía quedarse hasta que terminaba la hora de visita y cada noche se iba a casa amargado de no poder llevarse a su novio a casa y dormir abrazado a él.

El doctor Stefane por fin lo había perdonado y habían tenido una larga conversación sobre el estado de salud de Jimin y el pronóstico no era nada bueno.

Seguían en la angustiosa espera de un donante compatible, y él veía que Jimin ya no podría esperar mucho tiempo. Estaba debilitándose lentamente, cada día dormía más y se sentía más cansado. Le dolía el corazón verlo tan enfermo y no poder hacer nada.

Después de una agotadora semana, Tae estaba sentado junto a Jimin sosteniendo su mano. Su primo Gino había llegado de visita con su mejor amigo, Adrian Abreu y estaban recordando viejas travesuras de Tae.

Le agradaba mucho Adrian. El mejor amigo de su primo también era gay y la primera vez que lo conoció supo que su primo se lo había presentado para ver si ellos enganchaban.

Físicamente Adrian era muy parecido a Jimin, su pelo era un poco más claro, los ojos eran verdes, medía un poco más pero tenía casi la misma contextura. Lo había encontrado atractivo y había habido un coqueteo entre ambos, pero en ese entonces ya estaba enamorado de Jimin y aquello no llegó más lejos.

—Te lo prometo, el muy canalla se fue con mi ropa y zapatos, tuve que volver a la casa en traje de baño.

—Es verdad. —Se sonrió Tae al recordar la travesura— Eso fue porque estuvo todo el verano luciendo sus biceps de esteroide y molestando a los que estábamos menos desarrollados, ¿Quería lucir sus biceps? Solo le di la oportunidad.

Aquella broma a su primo había sido su venganza por haber molestado a Jimin por su cuerpo delgado. Para él su amigo era perfecto como era, incluso ahora enfermo y demacrado, su corazón latía más fuerte cada vez que lo miraba.

—¿Esteroides? Muérdete la lengua, cada centímetro de este fabuloso cuerpo es natural. —Le dijo bromeando su primo y levantándose para lucir su moldeado cuerpo.

Tae se giró para ver a Jimin sonreír mientras su primo payaseaba, notó que lucía cansado.

—¿Estás bien amor?

—Un poco cansado.

—Basta ya de lucir tu cuerpo primo, mi bebé está cansado, es mejor que lo dejemos descansar.

—Bueno, otro día vendré a lucir mis músculos para ti, pero te advierto que no te hagas ilusiones, me temo que soy irremediablemente heterosexual. —Le dijo Gino con un guiño.

CORAZÓN DEFECTUOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora