Preludio

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La Lluvia había cesado, estaba todo tranquilo, el sol había aparecido rápidamente. La madera comenzaba a secarse dentro del barco tortuga, se sentía como la madera comenzaba a comprimirse y eliminar la humedad que estuvo atrapándola durante horas. Todo estaba tranquilo, las cosas que habían pasado ya podían reflexionarse. Era difícil, complejo, casi inentendible de asimilar, por lo menos en el momento.

Ahí estábamos todos, reunidos, mirándonos sin decir nada, para luego mirar distintos lugares. Todos habíamos pasado por momentos difíciles, como dije, era difícil de comprender, esperábamos que los dioses nos tomaran y dijeran —Todo ya termino, ahora sigan. Pero esa no fue la respuesta, solo nos habíamos dejado llevar por nuestros instintos y la emocionalidad.

Ahí estaban estos seres, mirándome fijamente, comprendiendo que era el momento de la verdad. Por lo menos de mi verdad. Era momento de contarles que había ocurrido a los que habían olvidado, los que estaban confundidos, los que me habían salvado, era momento de contar mi historia.

El Mercader y la maldición del amor(en Hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora