𝗘𝗟 𝗛𝗜𝗝𝗢 𝗗𝗘 𝗞𝗢𝗝𝗜𝗥𝗢 𝗛𝗬𝗨𝗚𝗔 ❱ 𝗖𝗧 ✔

𝟏𝟎. || 🥀 final

─¿Una nueva madre?─ pregunta con los ojos bien abiertos.

─Así es, chiquito─ acaricio su suave cabello marrón─. O sea, Ken va a venir todos los días a cuidarte así como yo, así que lo podemos considerar una madre para ti─ sonrío.

─Ken-san...

─¿Qué dices, Tora?

─Síp, quiero que Ken venga todos los días─ dice con los ojos bien brillantes.

─Entonces está decidido: Tora Hyuga tiene una madre nueva- lo upo.

─¡Síiiiiiiiii!

Ken vino como prometió anoche. Le conté que Tora se puso muy feliz al saber que sería su nueva madre, cosa que hizo que quisiera venir más temprano a verlo.

Tal y como dijo, apareció a las nueve de la mañana. Tora apenas se estaba levantando.

─Hola, Tora-chan─ dijo Ken al verlo.

─¡Keeen!─ lo abrazó de la pierna.

─Aquí está tu nueva madre─ me aparecí.

─De carne y hueso─ dijo Ken entre risas.

─Me gusta tener una mamá─ dijo con los ojos bien brillantes de nuevo. ¡Cuando le pasa eso es muy tierno!─¿Y algún día te vas a mudar aquí, Ken?

─Quizás, pero por ahora voy a estar todo el día y me iré de noche. Pero algún día tal vez me quede a dormir.

─Oh, está bien─ sonrió de todas formas.

─Y ya no me digas más "Ken", dime "mamá"─ noté que enrojeció apenas. Yo también me puse un poco rojo. Si le dice "mamá" en voz alta y en público, todos pensarán que Ken y yo somos novios... ¡Me imagino a Ken como cualquier cosa pero no como a un novio!

─¿Papá?

─Etto... Perdón por quedarme callado─ dije rascándome la sien.

─Y bien, Tora, ¿ya desayunaste?─ le preguntó Ken.

─No. Recién me levanto.

─En ese caso te haré uno de mis panqueques especiales─ dijo con una sonrisa y acariciando su cabeza.

─¡Panqueques! ¡Ñam ñam!─ puso una cara muy tierna y volvió a abrazar a Ken.

Siento que este será el inicio de una nueva familia.

Estamos caminando hacia la escuela con Tora. Él está entre los dos, tomado de las manos, y dos por tres salta largo, haciendo que contáramos con él: "unooo, dooos, ¡tres!". Tora le pide a Ken que lo lleve a caballito. Él se sube a sus hombros y contempla todo el paisaje.

Mientras que yo miro al cielo y pienso en Maki.

Maki, sé que nadie jamás va a reemplazarte como la madre de Tora, pero de seguro estás viendo cómo nuestro hijo ríe y ríe, como debió haberlo hecho desde siempre.

Finalmente, logré ser feliz. Tora finalmente logró ser feliz.

FIN