Pablo Neruda en el corazon de un poeta

AL LECTOR

...que sin tus ojos yo no podía vivir, que sin tu cuerpo entraba en la agonía y sin tu me sentía perdido...

Estos versos del poemario La espada encendida definen de un golpe la melancolía por el perpetuo adiós a las cosas que sintió Pablo Neruda como única forma de retenerlas.

Esta nostalgia por el amor que fue y ya no es – amor que deviene rotulo para uno de los cajones del alma – e incluso por el amor que es ahora, marca la ola amorosa dentro de la mar nerudiana de poesía. Una simple muestra de este quehacer literario amoroso es esta selección.

El amor nerudiana con la naturaleza toda: con el hombre y la sociedad en que vive, deambula por los meandros del espíritu y de la pareja.

El hondero entusiasta:

Canción del macho y de la hembra!

La fruta de los siglos

exprimiendo su jugo

en nuestras venas.

Mi alma derramándose en su carne extendida

para salir de ti mas buena,

el corazón desparramándose

estirándose como una pantera,

y mi vida, hecha astillas, anudándose

a ti como la luz de las estrellas!

Me recibes

como el viento a la vela

Te recibo

Como el surco a la siembra

Duérmete sobre mis dolores

si mis dolores no te queman

amárrate a mis alas,

acaso mis alas te llevan,

endereza mis deseos,

acaso te lastima su pelea.

Tú eres lo único que tengo

Desde que perdí mis tristeza!

Desgárrame como una espada

O táctame como una antena!

Bésame,

muérdeme,

incéndiame,

que yo vengo a la tierra

sólo por el naufragio de mis ojos de macho

en el agua infinita de tus ojos de hembra!

Incluso de la pareja que fue, como en su inigualable -Tango del viudo-,de Resistencia en la tierra.

Incluso de la pareja que fue, como en su inigualable -Tango del viudo-, de Resistencia en la tierra.

Los grandes atracones – dice el refranero popular- siempre producen dolor de estómago. De ahí que con más razón en el terreno literario sea preferible deglutir poco, con calidad y con tiempo.

Hay quienes opinan que leer una poesía aislada nos pone delante de una gran perfección pero que es difícil de soportar la lectura de un libro entero. Ni lo uno ni lo otro. Pero si es cierto que, en el caso que nos ocupa, la vastedad del dialogo que establece el poeta con nosotros hace necesaria una selección.

Estos poemas de amor cumplen con creces el presupuesto del poeta que: - Si no se sienten las cosas verdaderamente y profundamente no hay que intentar la poesía. Esto es evidente en toda vocación poética. La poesía de inmadurez política es tan mala como la inmadurez lírica. Es decir, si el joven poeta no está profundamente arrastrado y conmovido por una situación determinada que no escriba, que no se meta a escribir por obligación o superficialmente. Todo lo que escriba así le parecerá mal escrito y el mismo se arrepentirá.- Hay que leerlos con calma. Dejarse ganar por el tranquilo arrebato que se desprende de ellos.

Además de los poemas encontraras unas notas, como orientación acerca del quehacer de este poeta militante, que supo desangrarse en aras de colectividad y mostrar su espíritu sin ningún género de reserva: no por gusto Latinoamérica se escucha a sí misma en su poesía.

No pretenden las notas –referidas a los libros de donde se han extraído los poemas- hacer un análisis crítico de cada libro en particular, ni del multifacético estilo del autor ni de tantas otras cosas que un estudio minucioso requeriría. Se pretende solamente señalar diversos aspectos –no siempre los mismos ni en igual orden- como fechas de publicación, algunos elementos formales o biográficos para que tú, lector, tengan nociones de ellos. La finalidad de la lección es que ustedes gocen de la lectura de los poemas con absoluta independencia de la información crítica que pueden adquirir en las aulas o en los libros de historia de la literatura.

Una última aclaración: los libros de poemas que constituyen esta selección fueron subdivididos por el autor en secciones. En aras de una mayor agilidad y mejor comprensión del estilo y de la unidad de los libros se ha preferido eliminar dichas secciones.