Prólogo

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"Entonces, Zayn, ¿qué es lo que te tiene tenso?" preguntó el Dr.Phil mientras clavaba su mirada en mi rostro y apretaba sus manos juntas sobre el mesón expectante.

"No puedo sacarlo de mi cabeza." respondí en voz baja tratando de que nadie fuera del consultorio me escuchara, quien sabe cuántas personas buscando una historia loca que contar estarían esperando afuera.

"Tengo este sueño repetitivo en el que la veo caminando sobre una cuerda floja, más que una cuerda casi un hilo transparente." Inhale aire y pestañee dos veces antes de continuar. "sus pies sangran con cada paso y no deja de llorar, puedo escucharla sollozar todo el tiempo." Sigo narrando mi pesadilla y al terminar bajo la mirada, sé que el Dr.Phil esta tratando de hacer, y es descifrar mi sueño, pero de alguna manera sé que esto va más allá de tratar de encontrarle un sentido. Sé que algo anda mal en mi o en mi maldita cabeza.

"¿Has sufrido alguna perdida en las últimas semanas o meses, Zayn?" pregunta y aclara su garganta con fuerza.

"no." Respondo cortante manteniendo mi cabeza gacha.

"¿Quién es la chica con la que sueñas?" vuelve a preguntar entonces alzo la mirada y conecto mis manos imitando su acto.

"No la conozco." Respondo y trago saliva. "Su cabello es claro, rubio. Tiene ojos celestes y no creo que tenga más de veinte años de edad; tampoco es alta pero no muy pequeña y lleva un vestido blanco a la altura de las rodillas." La imagen de ella vuelve a mi cabeza y trato de sacarla de mi mente posando mi mirada en un afiche que está colgado junto a la puerta de salida y dice en letras grandes ¨depresión¨ y debajo unos cuantos dibujos.

El Dr.Phil baja finalmente su mirada y empieza a escribir sobre su cuadernillo mientras asiente con la cabeza y comienza a tararear una canción que logro reconocer, A mi manera de Elvis. Luego de unos cuantos segundos viendo su bolígrafo bailar de aquí para allá sobre el papel marrón reciclado de su libreta mi doctor cliquea la punta de su bolígrafo y lo deja reposar sobre la mesa y lo siguiente que hace es voltearse sobre su silla con ruedas y buscar detrás de el en los cajones lo que supongo es mi expediente o alguna receta médica para que pueda comprar mi medicina.

"¿En algún momento te mira?" me habla mientras sigue desordenando sus cajones y frunzo el ceño al no comprender.

"¿Disculpe?" lo miro expectante y pongo mis manos sobre mis rodillas acomodándome en la silla.

El doctor saca de entre las amarillentas carpetas un papel que analiza y lee durante unos segundos y luego gira su cabeza para mirarme a los ojos.
"¿En algún momento la chica del vestido blanco te mira?" pregunta con sus ojos azules clavados en mí.

"si, justo cuando sus pies empiezan a sangrar y gota a gota el líquido rojo cae sobre el suelo." Respondo y froto mis manos sobre la tela de mi pantalón tratando de secar el sudor que me han causado los nervios.

Dr.Phil rueda sobre su silla acercándose a el mesón nuevamente y toma el bolígrafo entre sus dedos para escribir mi diagnóstico. Rápidamente llena mis datos personales y la fecha del día de hoy, traza una línea vertical sobre el pedazo de papel en el que debe recetarme la medicación que debo comprar y sobre la línea de diagnóstico escribe una sola palabra que aún no logro leer. Dr.Phil cliquea su bolígrafo una vez más y me extiende el pequeño papel sobre la mesa y luego mete ambas manos en los bolsillos de su delantal.

"Nictofobia" Leo escrito en el papel y lo agarro de la mesa rápidamente mientras rio un poco al volver a leerlo una y otra vez.

"No tengo maldito miedo a dormir." Digo entre dientes y me paro de golpe empujando la silla hacia atrás. "tengo algo en mi cabeza" le digo en voz alta al doctor y apunto con dos dedos mi frente. El hombre frente a mi vuelve a conectar sus manos entrelazando sus dedos sobre la mesa y baja la mirada suspirando.

"Creo que tienes un miedo a la noche que está desarrollándose si dices que tu pesadilla es repetitiva, y es muy probable que sigas teniéndola si sigues evolucionando tu paranoia a dormir."
Y esto es lo que hace que mi cerebro reviente.

"¡NO TENGO MIEDO A DORMIR!" grito y golpeo con mis puños cerrados la madera haciendo que el Dr.Phil brinque y se acomode sus lentes redondos sobre su gran nariz.

"Lo que trato de decir es que después del accidente que se dio en tu hoga-"
"Olvide el maldito accidente." Corto su oración y esta vez soy yo quien clava los ojos llenos de ira y confusión en por que nadie puede darme un maldito diagnóstico para una fastidiosa pesadilla insignificante.

"Lo mismo te digo a ti, pequeño." Dice en un tono relajado y cierra su cuadernillo posando el bolígrafo sobre este. Lo veo fijamente y luego volteo para tomar mi chaqueta de la silla prácticamente arrancándola como si hubiese estado pegada a la silla y la cuelgo sobre mi hombro cuando giro sobre mis talones y camino hacia la puerta de salida pasando a un lado del doctor Lo más rápido que puedo. Cierro la puerta del consultorio con fuerza y las miradas de las personas que estaban sentadas en los sillones de la sala de espera caen sobre mi con curiosidad.

Mis ojos analizan cada uno de sus rostros, algunos de ellos me miran asombrados y otros asustados pero nadie puede entender. Apuesto a que alguno de ellos está pensando que me acaban de diagnosticar esquizofrenia o algo por el estilo, malditos idiotas.

"Cariño, son 60 por esta consulta." Escucho la voz chillona de la secretaria del Dr.Phil y la miro.

"Llama a mi madre." Digo seriamente y salgo del lugar dando pasos fuertes y firmes.

Las alas de Lumiére - z.m au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora