Fue el destino [concluida]

Fin

6 meses después

Un llanto a todo pulmón inundado la sala de parto, el pequeño James Rogers Hill había nacido con un peso de 2500 kg y 46 cm; Steve se acercó con nuestro hijo, su pelo era ligeramente rubio, entre abrió los ojos de un hermoso tono azul, para después fruncir su pequeño ceño

—algo me dice que tendrá tu carácter.
Miro con seriedad a Steve quien se ha hecho a reír —si no fueras mi esposo te mataría. Sentí los labios de Steve sobre mi frente, tal como nuestra boda hace dos meses atrás.

—llevaremos a la madre al piso —está bien- me voltea a ver —iré a ver a tu madre. Asiento con la cabeza antes de ser llevada a un cuarto. Una vez que me dejaron a solas con James decidí tomar una pequeña siesta.

—Mami está dormida
—Bueno princesa nos hagas ruido
—ese es mi hermanito?
—si, él es James, quieres verlo
—siii... hola James, soy tu hermana mayor...papi el es gruñón como mami
Y solo esas palabras de mi pequeña me bastaron para abrir los ojos asustándola—no soy gruñona. Me queje, provocando que madre e hija sé rieran.