Historia

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DISCLAIMER: ESTA HISTORIA ES FICTICIA. NADA TIENE QUE VER CON LA REALIDAD

La historia comienza con una joven llamada Sarah (de 19 años), que en muchas ocasiones fue abusada por el drogadicto y pedófilo de su hermano de 24 años que le pedía a la fuerza a su hermana que le hiciera una paja cada día.

Ella sin aviso alguno escapó de la casa, estuvo buscando algo para comer por todo Montevideo, apenas tenía 400 pesos que su hermano le dio a cambio de una chupada. Como la pelotudita se gastó toda la plata en comida capitalista del McDonald's, se quedó sin nada y tuvo que comer mierda de perro, que era lo único con lo que se podía alimentar.

Luego de tanta caminata, se encontró a un vagabundo de aproximadamente 48 años mirando el panorama de la ciudad, su pelo estaba grasoso y sucio, sus uñas estaban negras como carbón y desprendía un olor a porro de la boca. Luego de haber notado que había alguien más, giró la cabeza con una cara penetrante, pero tan penetrante, que Sarah se empezó a excitar.

-A lo que el vagabundo dijo: "Que pasó chiquita?"

"Estoy perdida, no tengo a donde ir, no tengo nada para comer" -Dijo Sarah

*El vagabundo se relame los labios de manera sensual*

"Hoy estás de suerte, porque tengo algo jugoso y sabroso para vos" -Dijo el vagabundo con una voz de no ponerla desde hace 20 años

*El vagabundo me lleva a un callejón oscuro y ahí se saca la verga*

Olía a pescado fermentado por 20 días (surströmming) y había una posibilidad altísima de que el hediondo que llevaba ahí abajo, sea un hogar de pobres gusanitos.

Enseguida Sarah, ya excitada, se la empieza a chupar y pone una cara de asqueada que pareciera que haya comido huevos podridos. Luego le vomita el hediondo al vagabundo. Sarah está tan excitada que se la sigue chupando a pesar de haberle vomitado el siempre sucio.

Luego de esa escena apasionante Sarah se va con el apetito lleno y 4 horas más tarde se agarra una fiebre fuerte. Más tarde ella cayó al piso y la gente del barrio donde estaba llamó a emergencia y en la clínica le detectaron coronavirus.

El vagabundo era asiático

El día que le chupé el hediondo a un vagabundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora