-Cariño... ya verás que de todo se sale- comenta mi madre pasando su mano por mi mejilla.- Si Pao ni Julio supieron valorarte otra persona lo sabrá.
-Mamá, por favor- me obligo a sonar amable- pásame el chocolate y mantente callada. La estás fastidiando.
-No queda.
-¿Cómo que no queda?
-No queda- repite como si eso fuera lo mas normal del mundo.
-¿Me quieres decir que hago ahora?
-Hacerte palomitas y ver unas pelis en el salón con tu padre y conmigo. ¿Te apuntas?
Trago saliva. Quiero gritar.
-No, gracias.
-De todo se sale, cariño...
-Mamá, te repites.
-¿Miento?
-Sí.
-Hay más peces en el mar.
-Eso fue exactamente mi problema.
Una lágrima resvala por mi mejilla y me niego a secarla. Quiero exponerla en mi rostro para que vean mi dolor, el sentimiento de estar destrozada por dentro y sabiendo que has confiado en quien no deberias.
-Ay, no seas así...
-Es verdad.
-¿Quieres ir a comprar chocolate?
-Quiero morirme.
-¿Estás rechazando un ofrecimiento de dinero?
Asiento pero el movimiento provoca que un par de lágrimas más, se sumen en mi expositor.
-El dinero no me traerá de vuelta a Julio, ni matará... bueno, el dinero sí puede matar a la puta de Pao.
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Te quiero... te quiero bien lejos
Romance"Te quise, ¿sabes? Pero claro, eres un grandísimo hijo de puta. Vamos que como dirían en mi libro preferido, iría a tu funeral solo por la tarta. No te necesito, antes sí, ahora ya no. Adiós. Ah, y por cierto, que te den por culo." Alba y su tempera...