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- Mira woongie, esa nube se parece a ti. - dijo Youngjo apuntando al cielo, la pareja estaba recostada sobre el césped de un parque cercano a la casa del menor, ya que era San Valentín, habían decidido aprovechar que el día era ideal para disfrutarlo al aire libre, los grandes árboles regalaban sombra que hacían una perfecta combinación con los rayos del sol, impidiendo que estos no cayeran tan intensamente sobre ambos chicos.
Hwanwoong al dirigir su mirada al cielo, intentó verle forma a la nube, sin éxito. Tal vez sea la otra nube pensó mirando a la de lado, pero nada. ¿Cómo Youngjo podía pensar que se parecía a él? Arrugó su ceño, no entendía nada. Youngjo rió mínimamente al observarlo hacer aquello, Hwanwoong giró sus rostro con una expresión molesta hacia el pelinegro, y levantándose un poco, apoyándose sobre su brazo izquierdo, con su mano derecha, lo golpeó en forma de broma.
- ¡No te burles! No le veo ninguna forma. - siguió mirando al mayor con su expresión molesta, esperando una explicación de lo que dijo.
- No te molestes, Woongie. - Youngjo le tocó la nariz a Hwanwoong, haciendo que el mencionado no pudiera resistirse a esbozar una sonrisa, esas de las que era muy fan el mayor. - No es que te parezcas a esa nube en específico, - comenzó a explicar. - Tú eres como una nube, mejor dicho.
Hwanwoong seguía confundido. - ¿Cómo puedo ser yo una nube? - preguntó, subiendo una de sus cejas, remarcando su interrogante.
Youngjo sonrió de una manera que sólo le mostraba a Hwanwoong, quién se estremeció un poco, sabía que indicaba esa sonrisa, así que preparó su corazón para escuchar lo que su novio diría ahora.
- Las nubes se ven libres en el cielo, en total calma, son misteriosas, inalcanzables. Cada vez que las veo, pienso en ti. - dijo serenamente, con su mirada en el cielo mientras que Hwanwoong lo miraba a él. - Woongie tu eres una persona que cada cosa que quiere, lo hace y logra, aunque nunca me dejas fuera de tus sueños y eso me hace feliz, que me hagas ser parte de ti, sin perder tu libertad, que muchas personas creen perder al estar en pareja. - cambio la dirección de su mirada hacia el bonito chico a su lado, - Llevamos dos años juntos, y puedo decir que hay muchas cosas en las que eres predecible, sin embargo, hay tanto misterio en ti, que a veces, creo que nunca podré resolverlos, por más tiempo que pase junto a ti. - su intensa mirada seguía fija en su chico, transmitiendo sus sentimientos a través de las palabras, tanto como le era posible. - Y, eso es lo que me hace amarte cada día más, que seas inalcanzable. Cada día quiero esforzarme por enamorarte, que mi amor te logre alcanzar en algún momento y te haga feliz tanto como tú a mí.
Y el corazón de Hwanwoong latió con fuerza cuando Youngjo termino de hablar, ambos se miraban cómplices del inmenso amor que había entre ambos. Tal vez dos años para algunos sea poco, pero para ellos, durante ese tiempo habían construido un vínculo inquebrantable, que cada día se fortalece, formando lazos que serían muy difíciles de romper.
- ¿Por qué me haces esto? - dijo, abrazando a Youngjo, - Algún día harás que mi corazón explote de tanto amor. - Youngjo acarició su espalda, - tú ya me haces feliz, - se alejó sólo un poco, deshaciendo el abrazo, dejando su rostro a pocos centímetros del contrario. - Te amo demasiado, no con el corazón, porque ese ya te pertenece. Te amo con mi alma, eternamente. - y selló aquello juntando sus labios en un tierno beso, que hizo que las mariposas revolotearan en su interior tal como lo hacen desde aquel primer tímido contacto, uniendo no sólo sus bocas, que se movían en total armonía, saboreando el tan conocido pero a la vez adictivo sabor del otro. Aquel beso unió ambas almas que el destino había previsto que algún día se encontrarían, para toda la vida.
