La fiesta estaba en su mejor momento cuando Hwanwoong decidió salir del lugar, no podía estar más tiempo allí. Había pensado que podría ser fuerte y disfrutar de la fiesta de su último año en el Liceo, pero estaba tan equivocado, su corazón dolía en demasía dentro de su pecho, no entendía como las personas podían ser tan descaradas.Caminó sin rumbo alguno bajo la luz de la luna, la cual era su única compañía en esa fría y solitaria noche. Se sentó en la banca de un paradero de autobús, los pies le dolían debido a los zapatos que llevaba y el frío había empezado a hacer efecto en su cuerpo. La fiesta era de disfraces, por lo que su disfraz no lo abrigaba mucho que digamos. Vio a los vehículos pasar, así como a varias personas ir y venir, algunas se sentaron junto a él a esperar el autobús y luego se iban, quedando otra vez solo.
— Quién diría que alguien de la realeza estaría en un paradero de autobús a estas horas de la noche. — Hwanwoong se asustó cuando escuchó al chico que apareció a su lado, no se dió cuenta en que momento llegó allí, sin embargo se limitó a ignorarlo. El chico le observaba, y volvió a hablarle: — Hace frío y es tarde, deberías ir a casa.
Hwanwoong ahora sí le miró, era contradictorio viendo que el chico también estaba allí, en medio de la noche en vez de estar en su casa. — ¿No deberías seguir tu propio consejo?
El chico sonrió de lado, — No tengo casa.
Hwanwoong se sorprendió al escuchar aquello y no supo que más decir, guardó silencio y dirigioy su mirada al frente. No sabía que hora sería, pero no quería irse aún. Miró otra vez al chico a su lado, él veía hacia el suelo, quién sabe que cosa. Hwanwoong se dedicó a mirarlo, gracias a la luz del poste que estaba cerca pudo notar un pequeño tatuaje, dos rosas en su cuello, una pintada de rojo y la otra sin pintar. Su perfil era casi perfecto, el rubio podía admitir que se le hacía bastante apuesto. Su oreja era acompañada de un pequeño aro, un detalle que junto a la chaqueta de cuero negra que traía, le hacía ver... sexy.
El chico se giró a verle y el calor invadió las mejillas de Hwanwoong, había sido atrapado in fraganti. — ¿No irás a casa? — el rubio estaba agradecido con qué no mencionara algo sobre él observándolo.
— No quiero ir. Sólo... — suspiró sintiéndose miserable, tal vez estaba siendo estúpido. — Mi ex novia me engañó con mi mejor amigo. — empezó a contar, debía estar loco por estar contándole sus problemas amorosos a un total desconocido. — Hoy tenía la fiesta de último año en el Liceo, pensé que podría olvidar un poco que mi corazón estaba roto, pero ellos estaban ahí, disfrutando, riendo cómplices, dedicándose miradas cargadas de amor, como si no hubiera nadie a su alrededor. — su voz denotaba rabia y dolor en cada palabra que era pronunciada, — Mientras yo luchaba por no llorar, mi corazón me quemaba con tan sólo verlos juntos, ¿por qué soy yo el que está sufriendo? ¿Por qué soy yo el que tiene el corazón destrozado, cuando no hice nada malo? Ellos me traicionaron, ¡pero están felices! — sollozó, no pudiendo aguantar más las lágrimas que querían salir. — Por qué ellos están felices, cuando me hicieron tanto daño. — y por fin pudo decir cómo se sentía. Cuando se enteró del engaño de las personas que más quería y confiaba, se sintió avergonzado por lo estúpido que había sido, sus padres le preguntaban que pasaba, sus otros amigos le decían que podían escucharlo, sin embargo Hwanwoong ya no quería confiar en nadie y tampoco que le tuvieran lástima, ¿entonces que hacía desahogándose con un extraño?
Bravo Hwanwoong, que patético.
El rubio se limpió las lágrimas de sus ojos y, dispuesto a irse para no seguir avergonzándose a si mismo, el chico a su lado se puso de pie primero, — ¿Me concede este baile, apuesto príncipe? — y le extendió una de sus manos, teniendo la otra detrás de su espalda, inclinándose un poco, tal cual le pidieran bailar a alguien de la realeza.
— Apues- ¿qué? — Hwanwoong se sonrojó frente a ese cumplido, — Ni siquiera hay música, no podemos bailar sin ella.
¿En serio? Un chico que no conoces te invita a bailar en medio de la noche en la calle, ¿y tú Hwanwoong te preocupas por qué no hay música? Dios, acuérdame de que no nos rompan el corazón otra vez, que nos pone estúpidos.
Sí, conciencia, haz una nota mental de ello.
— Eso no es problema, ven. — y el chico tomó su mano y lo guío hasta estar en medio de la calle, era tarde y ya no pasaban muchos vehículos como hace un rato. Cuando ambos estaban uno frente al otro, el chico puso una de sus manos en su cintura, haciendo que Hwanwoong se apegara a él y pusiera su mano sobre su hombro, mientras que sus manos libres se entrelazaron y el chico empezó a bailar de un lado a otro a la vez que cantó : — Seguiré el hilo y vagaré por el laberinto. Te encontraré aunque tarde un poco más. No te preocupes, pronto tú y yo estaremos juntos. Eres tú, cariño eres tú. Eres tú, solo tú...
Ambos bailaban bajo la luna al compás de la hermosa canción que la voz del chico entonaba, Hwanwoong no la conocía, pero sin saber el porqué, la letra le llegaba al alma. No podía explicar por qué la mirada del chico que lo sostenía, que estaba fija en sus ojos como si cantara esa canción porque y era para él, le calaba tan hondo en sus sentidos, olvidando que estaban en la calle, olvidando que debía ir a casa, y sobre todo, su corazón roto. Era un momento totalmente etéreo, uno que deseaba que no acabara nunca, que fuera eterno.
El chico era Youngjo obviamente:D y me refería a este tatuaje 👇
Hermoso, ¿cierto?🤧❤️
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Oneus One Shots
FanficOne Shots de mis shipps favoritos del grupo de K-pop, Oneus: - Ravn + Hwanwoong. - Leedo + Xion. - Keonhee + Seoho. #91 en Oneus 21 02 20