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Confesión - LeeOn

     — ¿Sabías que le gustas a Dongju de primer año? — preguntó Seoho a su amigo.

     — ¿El de cabello rojizo que es compañero de Keonhee? — preguntó devuelta Geonhak, mientras abría su 1+1, su madre aún creía que era un niño para mandarle esto, pero de todas formas no se quejaba.

     — Sí, ese mismo. — confirmó el pelinegro, estaban  en el patio del Liceo, en las bancas para comer lo que habían traído de desayuno. Seoho empezó a desenvolver su sandwich.

    Geonhak sacó la cuchara de su boca pensativo, Seoho debe estar bromeando, ese chico andaba para todos lados con Hwanwoong, otro compañero de Keonhee, de hecho, él juraba que eran novios o iban para eso. — ¿Estás seguro? — preguntó con incredulidad en su voz, — ¿Cómo lo supiste?

    Seoho sonrió con orgullo, — Se cuenta el milagro, pero no el santo. — respondió.

   Geonhak rodó sus ojos, — bueno, no te creo. — se encogió de hombros, restándole importancia.

  — ¡Pero si es verdad! — exclamó Seoho, pero Geonhak seguía comiendo de su cereal con yogur, ignorándolo. Seoho bufó, — Cree lo que quieras, cumplí con decirte.

   Geonhak miró de reojo a su amigo cuando dijo la última frase, ¿cumplió con decirle? ¿acaso alguien le pidió que se lo dijera? ¿Habrá sido ese chico de primero? ¿Pero, por qué? Ugh, muchas preguntas y pocas respuestas, Geonhak siguió comiendo, el recreo estaba por terminar y aún le quedaba sus galletas por comer.

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    Geonhak estuvo distraído toda la mañana, pensando en lo que le había contado Seoho. ¿Qué tan cierto podría ser que él le gustara a Dongju? Es decir, ellos nunca han cruzado palabra como para llamar la atención del chico. Realmente era muy confuso y poco creíble.

    Cuando terminó la jornada, Geonhak pasó por su casillero, dejó algunas cosas y sacó otras para echarlas a su mochila, cerró el casillero para salir del establecimiento e irse a su casa, sin darse cuenta que de aquel caía una pequeña nota muy importante.

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   — ¿Por qué aún no llega Geonhak? — preguntó un poco ansioso Seoho.

   — Tal vez no quiso venir. — Dongju se estaba empezando a desanimar, ya iban diez minutos, Geonhak debía haber llegado apenas en cinco minutos, tal vez menos, el patio quedaba cerca de los casilleros.

   Seoho, Hwanwoong y Keonhee se miraron entre sí, esa podía ser una posibilidad, pero Seoho sabía que su amigo aunque tuviera que dar una respuesta negativa, él vendría a dar la cara.

    — No seas negativo, lo llamaré para saber dónde está. — y marcó su número, siendo al segundo tono que tomaron su llamada. — Geonhak, ¿dónde estás? — preguntó bajo la atenta mirada de los demás.

    — Voy a casa, ¿no es obvio? — Seoho se golpeó con su mano libre la frente, imaginando porque el rubio no había venido. —No te vi por ningún lado, así que me vine solo. ¿Quieres que te espere?

    — ¡Sí, sí! No te muevas, voy de inmediato. — se apresuró a decir, ayudaría a Dongju a como dé lugar.

   Geonhak frunció el ceño confundido por la actitud de su amigo, — Uh, claro, te espero cerca de la plaza. — y le cortaron. Miró la pantalla de su teléfono aún más confuso, pero le restó importancia rápidamente y caminó hasta sentarse en alguna banca cercana en la plaza para esperar a Seoho.

   — Geonhak está cerca de aquí, ¡vamos! — alentó.

   — Pero, ¿Y si no quería escuchar lo que tengo que decirle? — le detuvo Dongju.

   Seoho lo miró comprensivo, — No te preocupes, Geonhak es algo torpe, estoy seguro que no se dió cuenta de tu nota en su casillero. — Keonhee se rió por ello, eso sería muy Geonhak. — Vamos, ¿dónde quedó tu determinación? Mira que acepte ayudarte con mi amigo porque creí en tus sentimientos sinceros hacia él, no me decepciones ahora.

   Y Dongju asintió nuevamente motivado, — ¡vamos! — y todos salieron corriendo del establecimiento en busca del rubio.

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     Geonhak miraba su séptimo vídeo en Youtube, estaba que se iba a su casa, ¿por qué demoraba tanto Seoho? Sin embargo, a unos metros de él, estaba el cuarteto intentando regular sus respiraciones, habían corrido lo más rápido que pudieron.

   — Bien, allí está, tú puedes Dongju. — animó Seoho.

   — ¡Fighting, Dongju! — animaron al unísono Hwanwoong y Keonhee.

   Dongju respiró hondo, y decidido caminó hasta Geonhak, hoy por fin le diría sus sentimientos.

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    Geonhak despegó su vista del teléfono cuando se dió cuenta que alguien se detuvo frente a él, grande fue su sorpresa al ver al chico de primero en vez de a Seoho. — ¿Necesitas algo? — preguntó con curiosidad, y a la vez sintiéndose ansioso, en ese momento invadió su cabeza lo dicho por Seoho en la mañana.

   Dongju asintió, — Geonhak, ¡tú me gustas! — confesó firme, — desde que te vi a principio de año, atrapaste mi atención, tú haces que me guste venir cada día al Liceo sólo para poder verte sonreír en los recreos, tú eres la razón de muchas de mis sonrisas, tú eres el motivo por el que junté todo mi valor para estar hoy frente a ti, porque quiero pedirte que me des una oportunidad para conquistarte, ser la razón de tus sonrisas, que me permitas quererte y, alcanzar la felicidad juntos. — finalizó mirando con determinación a Geonhak, quién pudo notar la sinceridad en aquellas palabras.

    — Wow, que bonitas palabras. — dijo Keonhee.

   — Ya quisiera que alguien se me confesara de esa forma, — añadió Seoho.

   — ¡Shh! Dejen escuchar. — regañó Hwanwoong, el trío estaba escondido cerca de la pareja, para escuchar todo.

   Geonhak lo pensó un poco, a decir verdad, a él no le gustaba Dongju, lo encontraba alguien lindo y no negaba que más de una vez se le había quedado mirando en los pasillos, había escuchado a sus amigos hablar de él, sólo cosas buenas, pero sólo eso, ¿estaría bien darle una oportunidad, cuando él no siente nada?

    — Te agradezco mucho tus palabras, me haces sentir halagado y especial, pero no te voy a negar, te encuentro alguien muy bonito, aún así, nunca hemos cruzado alguna palabra o algo. — intentó explicarse.

   Dongju le sonrió comprensivo, — Lo sé, Geonhak. Entiendo que tú no sientas lo mismo por mí ahora, pero déjame hacer que lo sientas, estoy seguro que haré que te guste tanto como tú a mí.

   Geonhak sonrió devuelta, qué chico tan seguro. — Entonces, empecemos hoy mismo, conquístame, Dongju.

   Dongju ensanchó su sonrisa, feliz. — Ya verás que en vez de mi nombre, dirás un muy bonito " Sí, mi amor". — y Geonhak rió al escucharlo, le empezaba a agradar el chico de cabello rojizo.

    Y a algunos metros de ellos, Seoho, Keonhee y Hwanwoong celebraban, menos mal al más bajo de los tres se le había ocurrido grabar todo, tendrían algo de que reírse cuando esos dos estuvieran oficialmente juntos.